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Una vez que llegó a su casa luego de un pesado día de clases, Jade aventó su mochila al gran sillón marrón ubicado en el fondo de su sala, asomándose a las demás habitaciones buscando un rastro de que su padre se encontraba en el lugar.

Nada. Como la mayoría de las veces desde que su madre se había marchado  7 años atrás, su padre estaba ausente, probablemente haciendo tiempo en su trabajo para evitar llegar a casa, o simplemente con alguna mujer paseando por ahí.

En cambio quien sí estaba presente en ese momento era Tommy, su hermano menor, la persona a quien más amaba en el mundo y la única que conocía su lado tierno y dulce, pues desde su nacimiento él había sido lo único que la había mantenido fuerte en los peores momentos de su vida.

-Hey pequeño, ¿sabes a qué hora se fue papá? -preguntó con dulzura poniéndose en cuclillas para estar a la altura de Tommy.

-No lo sé, no lo veo desde anoche. -aquellas palabras llenaron de rabia a la pelinegra. Podía aceptar el desprecio de su padre hacia ella ahora que había crecido. Ya no lo necesitaba más y su cariño o aprobación le habían dejado de importar años atrás. Pero lo que no podía perdonar era que su pequeño hermano, un niño tierno e inocente, fuera descuidado por el hombre que se hacía llamar su padre, quien solo estaba convirtiendo su infancia en un infierno al no dejarlo vivir como a cualquier otra persona de su edad y sin darle todo el amor que merecía.

-¿Eso quiere decir que hoy no fuiste a la escuela?

-No. Pero no te enojes con él Jadelyn, el se ocupa mucho trabajando.

Claro. Trabajando. Pensó Jade, haciendo el mayor esfuerzo por no descargar su furia con el pequeño Tommy.

-¿Sabes qué? Tienes razón. Ve a lavarte las manos en lo que yo preparo la comida. Debes de estar hambriento. -dijo lo último con dolor imaginando que así era. -Y no te preocupes, mañana yo te llevaré a la escuela, ¿de acuerdo?

*****

El resto de la tarde Jade se la pasó en su habitación haciendo tareas y pensando en lo sucedido esa misma mañana en la escuela.

Por un momento estuvo a punto de sentirse culpable por la manera en la que trató a sus amigos horas atrás (si es que los podía llamar así). Pero luego recordó que así era ella, y si a los demás no les gustaba era problema de ellos, no suyo. O al menos eso era lo que se decía a sí misma cada vez que su mente la trataba de hacer sentir mal por sus comportamientos agresivos. No podía permitirse tener esos sentimientos, no cuando lo único que tenía que importar era ella y nadie más.

Más tarde también pensó en Tori. Tori no era una mala persona, simplemente a veces lograba sacarla de sus casillas como lo estaba haciendo últimamente, sobretodo con el comentario que había hecho unos cuantos días atrás, el mismo que ocasionó todo el problema que estaban viviendo actualmente.

Pensó en todas las cosas buenas que Tori había hecho por ella desde que que entró a Hollywood Arts, a pesar de la forma en que Jade la trataba. Como la vez que la ayudó con su obra escolar. O las dos veces que la ayudó a regresar con Beck, así como cuando decidió no besarlo por ser el ex de Jade aún cuando Jade estuvo a punto de robarle su presentación en los Platinum Music Awards. O todas las veces que la apoyó más que nadie hasta en la más mínima cosa.

Por primera vez en mucho tiempo sonrió al pensar en Tori. Tal vez ya era momento de dejar el pasado y sus problemas atrás y darle una oportunidad a la morena de ser su amiga, después de todo, ¿qué era lo peor que podía pasar?

Pero luego una notificación de The Slap la distrajo de sus pensamientos.

Hablando del Rey de Roma... Pensó

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Tori Vega:
De nuevo Trina está haciendo cosas raras en su cara con los aderezos de la casa.

ESTADO: Perturbada 😅
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Y a pesar de los recientes pensamientos de la pelinegra, ahí estaba ahora, rodando los ojos con fastidio luego de leer el tweet recién publicado por su compañera de clases. Y esque cuando decía que no la soportaba era cierto. Por más que tratara de comprender su personalidad siempre animada y positiva, no lo lograba. ¿Cómo es que alguien podía ser así de alegre y parlanchina todo el tiempo? Jade no lo comprendía.

Pero eso no era lo que más la fastidiaba de la morena. Ni siquiera el hecho de que hubiera besado a Beck frente a ella en su segundo día de clases en HA era lo que la volvía loca como todos habían creído por mucho tiempo.

La verdadera razón por la que Jade no podía tolerar a Tori por más que se esforzara en hacerlo era mucho más profunda que esa, no cualquier tontería de adolescente celosa u hormonal, y solo ella la sabía porque había decidido nunca hablar de eso con nadie.

Pero muy pronto la verdad saldría a la luz.

¿Me recuerdas? (Jori)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora