¿Me recuerdas? (Jori)

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-Oh por Dios, Jade... -para ese punto de la historia Tori era un mar de lágrimas. No podía creer lo que acababa de escuchar. -De verdad lo siento tanto, yo no sabía que...

- Dime por qué lo sientes Vega. ¿Acaso te sientes mal por haber abandonado a una pobre niña que te quería más que a nadie, justo cuando su mundo se estaba derrumbando? ¿Es eso? -la sonrisa que tenía Jade en ese momento le causaba escalofríos a la morena. ¿Cómo es que se podía mostrar tan tranquila luego de haber contado aquella triste historia? Era como si disfrutara del sufrimiento de Tori. Como si sus lágrimas la llenaran de satisfacción a la pelinegra.

-Jade, por favor perdóname. Sé que estuvo mal pero sólo era una niña que no sabía lo que hacía. Por favor perdóname. -casi suplicaba lo último.

-Descuida Vega, yo también era solo una niña. Una niña abandonada por su propia madre, maltratada por su propio padre, e ignorada por su supuesta mejor amiga. Pero no importa, porque sólo éramos unas niñas, ¿no? -su sonrisa seguía ahí, incluso más amplia que en un principio.

Al oír esto Tori comenzó a llorar con más intensidad. Se sentía realmente culpable por el pasado. Si tan solo hubiera estado ahí para Jade cuando más la necesitaba, en lugar de haberse alejado de ella porque prefería hablar de libros, películas o chicos, nada de esto estaría pasando. Pero era muy tarde para arrepentirse. Siete años tarde.

-Y eso no es lo peor de todo, Vega. -ahora Jade no sonreía más. Los recuerdos y el rencor parecían irse apoderando de ella conforme iba hablando. -Cuando entraste a esta escuela y te vi por primera vez mi primer instinto fue atacarte, porque muy en el fondo me aterraba la idea de ser lastimada de nuevo. Pero luego creció en mí la esperanza de que las cosas volvieran a ser como antes entre nosotras. Hasta que me di cuenta que tú no me recordabas.

-Perdóname...

-¡Cállate y escúchame! ¿¡Cómo no pudiste recordarme!? ¿¡De verdad no signifiqué nada para ti!? ¡Éramos mejores amigas, Victoria! Mientras yo pasé años tratando de superarte, tú me cambiaste por cualquier estúpida que se cruzó en tu camino. Nuestra amistad era algo especial para mí, pero para ti nunca lo fue.

Las cosas se estaban saliendo de control y Jade lo sabía. Sabía que no debía de haber dicho aquellas palabras, y sabía que debía de detenerse antes de decir más cosas de las que luego se pudiera arrepentir. Pero no podía parar, ya era muy tarde para eso. La rabia la estaba consumiendo, todo porque nunca fue capaz de perdonar y dejar en el pasado lo sucedido. En los últimos años se había esmerado en guardarle rencor a la morena, a sus padres, a todo...

Tori estaba aterrada. Desde que había conocido a Jade nunca la había visto tan enojada y temía que fuera capaz de hacer alguna tontería, aunque por dentro sentía que lo merecía. Pero en lugar de eso, la pelinegra se fue rápidamente de ahí, azotando la puerta del cuarto del conserje al salir y dejando a la morena llorando una vez más.

*****

Jade se encontraba acostada en la sala de su casa. Ni siquiera tenía ánimos para subir a su habitación y por suerte, Tommy había ido a comer a la casa de uno de sus amigos de la escuela por lo que estaba completamente sola.

Se sentía realmente mal por lo que había hecho horas atrás en el cuarto del conserje. Siempre había soñado con destrozar a Tori con aquellas palabras porque eso se merecía, ¿no? ¿pero por qué ahora que por fin lo había hecho solo lograba sentirse como la peor persona del mundo? Intentó dormirse varias veces, pero al cerrar los ojos solo podía ver a la morena llorando, haciéndola sentir aún peor.