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No sé divorciaron, tampoco siguieron juntos, pero Jisung insinuó que podría haber la posibilidad que en un futuro muy lejano, tal vez le daría otra oportunidad, solo si de verdad demostraba que estaba arrepentido.

Jisung se mudo con Jeongin a un departamento en el centro de Seúl, ya que la casa del menor era poco espaciosa, aunque su amigo se hubiese negado a dejar su hogar hasta el final, logró convencerlo.

Se hundió en trabajo y más trabajo con el único propósito de no pensar en Minho y en cuanto lo extrañaba.

Felix permaneció a su lado todo el tiempo y los tres se volvieron inseparables.

Jisung tenía que luchar con todas su fuerzas por no salir corriendo a los brazos de su aún, esposo.

Y es que todas las mañanas una rosa junto a una carta eran entregadas en su casa, sanando de a poco su herido corazón con palabras dulces, recuerdos de sus primeros años juntos, con promesas para el futuro y muchas palabras cursis que Minho nunca había dicho pero apreciaba que estuviese esforzándose con pequeñas y sencillas cosas.

Agradecía que no lo estuviera llenando de joyas extravagantes o perfumes caros, como solía acostumbrar, estaba haciendo cosas que a él le gustaban, y se dió cuenta de que su marido si escuchaba cuando hablaba sin parar sobre cosas que pasaban en los dramas que le gustaba ver en la Tv.

Una tarde, después de una larga sesión de fotos, junto a su nuevo pupilo, la nueva imagen de la agencia de modelaje, el diamante en bruto, Yang Jeongin, llegó una invitación a la celebración por el exitoso lanzamiento del nuevo mega auto de la empresa L.M Industry.

Necesito mucha insistencia de sus amigos para acceder ir al evento.

Fue Felix, quien lo logró, después de que le asegurara que no habría rastro de ningún otro rubio australiano y la insinuación de que había tenido algo que ver con su renuncia.

Le causó un poco de gracia enterarse por el mismo Minho, que su pecoso amigo había tenido una feroz pelea con el otro australiano. Pero si le preguntaban, Jisung podía asegurar que no sentía rencor o odio hacía ese chico, era su esposo quien le debía lealtad, no él.

El día del evento, fue al salón de belleza con Jeongin, quería asegurarse de verse increíble esa noche, no queriendo demostrar debilidad ante los reporteros, quienes se lo comerían vivo en cuanto lo vieran, seguro de que lo único que le dirían, sería de su "ruptura" con el CEO.

Fue imposible seguirlo ocultando después de que imágenes de él, sacando sus cosas de la mansión salieran a la luz.

Cambio su color de cabello por uno negro, haciéndolo ver más jóven, mientras que Jeongin se fue por algo más arriesgado, tiñiendolo de azul.

Sentía que era una nueva persona, y estaba listo para una nueva etapa en su vida, una vida más responsable, una vida más relajada, lejos de los reflectores.

Estaba seguro de que el mundo del espectaculo podría sobrevivir sin él, era momento de dejar ir esa parte de su vida.

Pero por esa noche, disfrutaría mucho su fama, esa noche, sería el gran Han Jisung.

Su atuendo negro se ajustaba perfectamente a su figura, y su maquillaje, hecho por Felix estaba en su punto.

Solo podía sonreír como un bastardo arrogante ante las cámaras.

7 things | MinSung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora