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Jisung buscaba las palabras correctas para iniciar aquella conversación, pero nada llegaba a su cabeza, al menos nada lógico. Abría la boca y la volvía a cerrar, cual pez fuera del agua, incapaz de pronunciar palabra.

- ¿Tan malo es? - Trató de sonar relajado, pero los nervios lo estaban devorando por dentro. - No me dirás qué estás saliendo con alguien - dijo en broma, pero al ver que el rubio frente a él bajaba la mirada sin decir nada, el miedo de que fuese cierto lo hizo temblar. - ¿Cierto?

Después de casi un minuto de tortura para el mayor, Jisung negó, levantando el rostro, y viendo a sus ojos directamente.

- No podría salir con alguien más.

Minho sintió su alma volver al cuerpo y relajó los músculos tensos debido a la incertidumbre. Suspiró aliviado y volvió a sonreír. - Si decías que sí, estaba dispuesto a meter la cabeza en esta fuente y ahogarme - Señaló detrás de ellos, dónde el pozo de agua iluminaba el jardín. - No podría vivir sabiendo que amas a alguien más.

- Si podrías - Susurró.

- No, no podría, o al menos, sería el ser más miserable del mundo - Se acercó al menor, juntando sus muslos. - Se que no tengo la moral para decirlo, pero no puedes amar a otro, eres mío Han Jisung.

- Tienes razón, no tienes moral - Se giró, fingiendo ver las flores que adornaban el lugar, queriendo ocultar sus mejillas teñidas de rojo por las palabras del mayor. Odiaba que unas simples palabras pudieran acelerar su corazón exactamente igual como cuando recién comenzaban a salir.

- Yah!, ¿Me trajiste aquí para recordarme la mierda que soy? - Su voz sonaba juguetona, incluso alegre, pero su pecho seguía doliendo con la misma intensidad del primer día.

- No - Han suspiró y se giró de nuevo, quedando de frente al castaño, y con el arranque de valentía que atravesó su cuerpo, tomo las manos contrarias y enlazó sus dedos.

Minho sentía su corazón latiendo a mil por hora, golpeando dolorosamente su pecho, pero todo quedaba en segundo plano, porque la emoción de que Jisung estuviese tomando sus manos era mucho mayor y estaba seguro que podría gritar como una colegiala después de que el guapo de la escuela le sonriera. - Tú est...

- Cierra la boca Lee, déjame pensar.

El mencionado abrió la boca ofendido, pero no dijo nada, simplemente dió un leve apretón en las manos contrarias, absteniéndose de soltar un comentario subido de tono, como "Ven y cállame", porque no sabía si eso lo molestaría o quizá le gustaría, de todas maneras no se iba a arriesgar.

- Bien - Jisung asintió, como si hubiese estado hablando con alguien, y así era, tenía una lucha interna con la voz de su cabeza, quien le decía que tuviera dignidad y se fuera de allí, o su corazón, que le pedía volver a los brazos del hombre que amaba. - Quisiera odiarte, todo sería más fácil así, pero no puedo hacerlo - El agarre entre sus manos comenzaba a sudar debido a los nervios. - Y no sé si estoy cometiendo el error más grande de mi vida o si estoy haciendo lo correcto.

- ¿Puedo decir algo? - Preguntó Lee en un susurro.

- Ahora no, Shhh - Le miró serio, aunque quisiera reírse por la expresión ofendida del mayor. - Como decía, no quiero apresurarme, todavía estoy herido, pero...

- Pero... - Repitió Lee, con la esperanza brillando en sus ojos.

- ¡Dios Minho! cállate - Gruñó y sin darse cuenta, su cuerpo actuó solo, inclinándose hacía adelante, plantando un rápido beso en los labios del mayor.

Cuando se dió cuenta de lo que había hecho, se separó rápidamente, haciendo que el agarre de sus manos también se terminara.

- ¿Si continuo hablando seguirás besándome?

La furiosa mirada de Jisung le dió la respuesta, y hizo la simulación con sus dedos, de que sus labios estaban sellados.

- Solo olvídalo, esto no tiene ningún sentido - Hizo el intento de volver a entrar a salón, pero Minho fue más rápido, y lo atrajo a su pecho, rodeando su cuerpo en un necesitado abrazo.

- ¿Alguna vez ha tenido sentido lo nuestro? - Pregunto sobre su oído, sintiendo el cuerpo del menor temblar bajo su agarre.

~

La noche transcurrió normal, había uno que otro reportero pidiéndoles fotos, juntos, solos, con los demás modelos, lo usual.

La pareja de esposos estuvieron pegados uno del otro, no había contacto físico entre ambos, pero los coqueteos no faltaron.

En un punto de la fiesta, Jisung se vió arrastrado junto a Minho hasta el grupo de hombres que se decían ser "sus amigos".

Saludo por cortesía, pero su rostro demostraba lo incómodo que estaba, deseando que Minho se dignara a verlo, y pudiese notar que no quería estar allí.

- ¿Entonces están juntos de nuevo?, ¿Le hiciste algún hechizo a nuestro Minho para que nunca pudiese deshacerse de ti?

El comentario no le sorprendió, pero el que su "marido" no dijese nada le jodió bastante, arruinando el buen humor que había conseguido.

- Oye Han, hace un rato ví un chico muy atractivo, estaba listo para llevarlo conmigo está noche - Habló otro de los hombres. - Y cuando me le acerqué, quedé totalmente sorprendido, no podía creerlo - Hacía tanto énfasis en sus palabras, que a Jisung le provocaba repulsión lo tanto que el chico se esforzaba en parecer divertido ante sus amigos. - Era nada más y nada menos, que Yang Jeongin , oh, fuese sido tan vergonzoso que me vieran coquetear con ese pobretón.

Eso fue suficiente para Jisung.

Con nada de tacto, aparto la mano de Minho que reposaba en su cadera y se alejó del círculo de hombres, dispuesto a buscar a sus amigos para irse a casa.

No camino más de dos metros, cuando sintió un fuerte agarre en el brazo.

Se giró con el puño alzado, dispuesto a partirle la linda nariz que tenía su marido, pero su sorpresa fue grande, al ver a un atractivo azabache sonriéndole.

- Que agresividad Hannie.

- Hyunjin - Saludó alegre, su rabia pasando a segundo plano en segundos.

- ¿Ya te vas?, yo acabo de llegar, no me dejes solo en este lugar por favor - Pidió con un puchero.

- Yo...

- Jisung - Escucho la voz de Minho en su espalda, pero no lo miró, simplemente tomo la mano de Hwang y lo arrastró hacia una de las mesas vacías

- Oye, tu esposo nos persigue - Le susurro el alto mientras trataba de seguir el paso.

- Puede volver con sus amigos de mierda y casarse con ellos — Dijo lo suficientemente fuerte como para que Minho y todos a su alrededor lo oyeran.

Obligó al azabache a sentarse en una de las sillas y el se sentó a su lado, dándole la espalda a un irritado Lee.

- Jisung escúchame...

- Tu no cambiarás Minho, y es por eso que tú y yo nunca podremos estar juntos de nuevo - Dijo cada palabra con la rabia impregnada en la voz.

Minho sintió un pinchazo en el pecho al oír al menor, pero lo dejo pasar, se merecía todas y cada una de las palabras que Jisung quisiera decirle.

- ¿Qué ocurre por allá? - Hablo Hyunjin, señalando un lugar en el centro del salón, dónde estaban aglomeradas las personas.

- Le rompí la nariz a tu hermano.

- Genial - Susurró Hyunjin, mientras tomaba uno de los aperitivos de la mesa.

Jisung se giró hasta el alboroto y pudo ver cómo el Hwang mayor trataba de contener la sangre que salía de su nariz. Giró hacía Minho, y este tenía la vista clavada en él.

- Disfruta la noche Jisung - Se despidió de ambos chicos con una reverencia y se alejo, dejando atrás a un confundido Hyunjin, y a un culpable Jisung.

7 things | MinSung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora