El Secreto de la Salud Eterna (Papiro 1)

50 0 0
                                    

CAPÍTULO X

"A vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti" (Éxodo 23:25).


 

PAPIRO I

EL SECRETO DE LA SALUD ETERNA

Como un día nuevo se levanta.

Hoy despierta en mí un hombre nuevo,

un hombre lleno de felicidad, salud y vitalidad.

Si todo este tiempo he vivido infeliz… ¡Hoy lo rechazo!

Como el agua rechaza el fuego,

así rechazo a la infelicidad.

Así como el calor rechaza el frío,

así rechazo a la tristeza,

y hoy me despido de ella.

¡Hoy nazco como un hombre nuevo!,

así como nace una flor en la primavera,

así nazco hoy para tener una vida bella.

En un hombre feliz no puede existir enfermedad,

¡y feliz seré, porque lo merezco!

En mis sueños me veré sin enfermedad alguna,

¡e imaginare estar sano, porque lo deseo!

Me sentiré libre de enfermedades,

¡porque libre soy y así lo siento!

Hoy doy la bienvenida a la vitalidad y energía,

prepararé los cánticos más dulces para su acogida,

porque su estancia será eterna

Gracias por un día más de vida,

con coros celestiales despertare al recibir la mañana

¡Oh señor cuán feliz me siento!

¡Buenos días señor sol!, gracias por brindar su calor

¡Buenos días señora nube!, gracias por ofrecer la alegría de la lluvia

¡Oh señor cuán feliz me siento!

Gracias madre tierra, porque tú eres la que me sostiene,

gracias padre noche por permitirme ver las estrellas

¡Oh señor cuán feliz me siento!

Gracias por los alimentos del día,

me alimentaré con los manjares más puros y sanos

¡Oh señor cuán feliz me siento!

Así como un limosnero agrádese por cada moneda que recibe,

así agradeceré por cada circunstancia buena o mala que llegue a mi vida

¡Oh señor cuán feliz me siento!

Así como un niño recién nacido siente aire puro y dulce de una nueva vida,

así me siento hoy, porque hoy nazco de nuevo

¡Oh señor cuán feliz me siento!

Caminaré erguido día a día hasta superar mis retos,

no habrán obstáculos que no pueda atravesar

¡Oh señor cuán feliz me siento!

Perdonaré a todos los que me han hecho daño,

pues no tengo la justicia divina para poder juzgar

¡Oh señor cuán feliz me siento!

Pediré perdón a todas las personas que hice mal,

sacaré el rencor de mi corazón

¡Oh señor cuán feliz me siento!

Así como el mar saca las conchas a la playa,

así sacaré la amargura de mi vida

¡Oh señor cuán feliz me siento!

Si alguna vez sentí envidia por alguna persona,

hoy la cambiaré por admiración

¡Oh señor cuán feliz me siento!

Viviré día a día como si fuera el último de mi vida,

porque sólo tú sabes cuándo te voy a acompañar

¡Oh señor cuán feliz me siento!

Así como una plaga, hoy invadiré a todos,

y  mi plaga es la más poderosa ¡la plaga del amor!

¡Oh señor cuán feliz me siento!

Amaré a todos porque vinimos de una misma fuente,

la fuente de un infinito amor

¡Oh señor cuán feliz me siento!

Así como un gallo que todas las mañanas repite el mismo cántico,

repetiré este cántico hasta tenerlo grabado en mi conciencia

¡Oh señor cuán feliz me siento!

Compartiré este escrito con todas las personas que lo necesiten,

porque no hay mejor alegría que la de compartir

¡Oh señor cuán feliz me siento!

Con este cántico salvaré muchas vidas,

pero lo más importante… ¡mi vida será salvada!

¡Oh señor cuán feliz me siento!

Hoy comienzo una nueva vida,

y sólo depende de mi constancia para salvarla

¡Oh señor cuán feliz me siento!

¡Amén, amén, amén!

En Busca Del ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora