Me Comí a... Dazai-san

06

"Chuuya, sabes que lo nuestro en realidad no existe. Es sólo una forma de matar el tiempo"
DAZAI.

"Por supuesto que lo sé, idiota. No es como si deseara estar a tu lado"
CHŪYA.

"¡Pues te felicito! La próxima semana vendré a hacerlo contigo de nuevo. Así que prepara esa pastilla que tomas al día siguiente, que no pienso usar preservativo. Es aburrido y no lo disfruto como me gusta"
DAZAI.

"¡¡ERES UNA BASURA, DAZAI!! ¡Claro que tomaré esa pastilla! ¡No pienso tener a tus hijos! ¡Ni siquiera te harías cargo de ellos!
CHŪYA.

"Hm. ¿Cómo estás tan seguro? Quien sabe si me viene ese amor paternal algún día y quiera hacerme cargo del bebé mío y de mami Chūya"
DAZAI.

POV. CHŪYA.

Ese idiota siempre tuvo intenciones de burlarse de mí, y de jugar con mi cuerpo. Yo, como el estúpido enamorado que estoy de él, accedí a todo, y ahora estoy cargando con su mocoso sólo porque esa inservible pastilla no funcionó la última vez.
¿Qué debería hacer con un bebé cuando soy un ejecutivo de la Port Mafia? Si le digo a ese idiota, seguramente va a burlarse más de mí y a divulgar sobre Kazuo a todos sus conocidos. ¡Es repugnante!

¡Algo mucho peor! No sólo debo hacerme cargo del hijo de ese suicida, sino también de él mismo. ¡Es detestablemente latoso siendo un bebé de dos años!

OMNISCIENTE.

Chuuya amamantaba a su pequeño pelirrojo, vigilaba que el mini Dazai no intentara colgarse de algún sitio, y al mismo tiempo, ponía trapos húmedos en la frente y pancita a Daichi, quien tenía una fiebre repentina y se encontraba débil soñoliento sobre la cama, mientras Akutagawa no se encontraba en casa. ¿Será el día en que Chuuya enloquecería?

Dazai subió a una mesa, y estiró sus brazos hacia los laterales, con la intención de lanzarse hacia atrás. Reía divertido.

— ¡Oye! ¡¿Qué se supone que harás, idiota?! ¡¿Acaso eres un suicida siendo un bebé?!

Dejó a Kazuo al lado de Daichi, y fue a bajar al mini vendado de la mesa, quien pataleaba molesto.

— ¡¡Bastardo, Dazai!! ¡Ni siquiera tu hijo y Daichi-kun se comportan insoportables! ¡Tienes 22 años!

Saltó de los brazos del pelirrojo y subió a la cama sin cuidado, sentándose al lado de Kazuo y observándolo detenidamente. Miraba al recién nacido y volteaba a ver a Chuuya, encontrándoles gran parecido.

— ¿Uh? ¿Bebé?

Señalaba al pelirrojo miniatura que yacía dormido sobre la cama. En un descuido de Chuuya, se acercó a la frente del niño y la besó traviesamente.

— ¡¡Oye, parásito!! ¡¡No toques a mi hijo!!

Corrió hacia Dazai y lo bajó de la cama de inmediato. Limpió con una toallita húmeda y desinfectante la frente de su hijo, y dejó apartado al mini Dazai, lejos de él.

— Tío... ¿Papá?

Preguntó Daichi con sus ojos poco abiertos. Temblaba. Estaba ardiendo en fiebre.

— No ha llegado. No debe tardar. Dijo que iría a con ese chico pero primero te traería un médico.

×××

Por otro lado, Atsushi había sido encerrado en una jaula bajo tres candados. Temían que se convirtiera en un tigre y devorara a todos a su paso, y además, debían cobrar una recompensa significativa por su captura.

— Traigo tu comida tigre. Come todo. No queremos que tu bestia interior se desate y quiera devorar a todos nosotros.

Dijo un oficial de policía. Dejó un plato grande y dd mascota gigante dentro de la jaula. Atsushi estaba sentado en una de las esquinas, abrazando sus piernas y pensando en dejarse morir de hambre.

— No voy a convertirme en tigre... No me comeré a nadie. Y no me gusta el alimento para tigre... Soy un humano...

Decía triste.

— ¡Eso no nos importa, niño! ¡Tú sólo debes comértelo todo y no dejar migajas! Sino, tendremos que sacrificar al tigre más pronto de lo que crees.

Respondió con autoridad. Se alejó. Atsushi lloraba en silencio, se sentía solo, después de todo, sabía que las dos personas más importantes para él ya no estaban en ese mundo, por lo que no le interesaba si moría o no.

"¿De qué me sirve comer, si vivir sin ser libre es lo que menos quiero? Daisuke, mi pequeño Daichi... Pronto estaré con ustedes... Podremos reencontrarnos, estar juntos los tres otra vez. Sólo... Esperen unos días más..."

Pensaba desanimado, pero feliz de que volvería a ver a sus dos amados que tanto extrañaba.