Akutagawa había regresado durante el día a la sede de la Port Mafia. Antes de eso, fue por Daichi a la casa donde vivía con Chuuya, para llevarlo a la sede. Aunque podría ser problemático, si no iba a dormir con su hijo, quería al menos estar cerca de él durante el día, aún cuando eso implicaba estar en la Port Mafia, un lugar inadecuado para un niño de dos años.
— Mori-san. Quizás sea algo repentino pero creo que es momento de hacerlo...
Dijo el pelinegro. Estaba frente al escritorio de Mori, y frente al mismo Mori, quien desconocía la existencia de Daichi, además de la ausencia real de Chuuya y del bebé del mismo.
— Dime, Akutagawa-kun.
Contestó acomodando sus manos, pensativamente. Miraba cómo un pequeño castaño se escondía detrás de las piernas del mafioso del Rashōmon, parecía tímido y lo era, timidez que heredó de la madre.
— Él es Daichi Akutagawa... M-Mi hijo... —. Dijo apenado y con leve sonrojo. Movía al frente suyo al niño, para que Mori pudiera verlo.
— Daichi-kun, saluda a Mori-san.El niño temblaba un poco por los nervios y timidez, pero si estaba su padre ahí, no habría por qué sentirse de esa manera ¿O si?
— Daichi-kun es un niño muy lindo. Pero, ¿se parece a la madre? Porque a tí no se parece en nada, Akutagawa-kun. ¿Acaso lo robaste?
Si bien, todo lo que Mori decía era cierto. Daichi no tenía la piel tan pálida como Akutagawa, ni su color de ojos, ni el cabello, no se parecía en nada. Él se parecía a Daisuke Kuroda, su padre, a excepción de sus ojos que eran como los de Atsushi.
— ¡N-No! ¡Sería incapaz de raptar un niño, Mori-san! Daichi-kun es mi hijo.
Insistía. Mori sólo sonrió, quedándose conforme con la respuesta.
— Y bien... ¿Alguna otra cosa que me estés ocultando?
Añadió el jefe de la mafia, observando detenidamente al menor que parecía incomodarse con su mirada.
— P-Pues... En verdad no tengo 20 años, sino 18. ¡P-Pero es un secreto, Mori-san! Nadie tiene que saberlo.
Mori sonrió de nuevo.
— Muy bien. Entonces no eres mayor de edad como decías ser, sino un mocoso adolescente más, y con un hijo. Interesante.
El tono de voz del hombre asustaba a Daichi. El niño tomó una de las manos de su padre llamando su atención, tenía lágrimas en sus ojos y sólo quería salir de ese lugar, Mori le asustaba.
— ¡Papá! ¡Aquí no!
Decía entre llantos. Akutagawa lo levantó en brazos, hizo una reverencia hacia Mori y salió de la habitación con Daichi.
×××
Mientras tanto, en la Agencia Armada de Detectives...
Atsushi era observado por todos sus compañeros detectives al cargar con un bebé. Al principio creyeron que se trataba de algún niño huérfano que haya encontrado en la calle, pero cuando Kunikida dijo que era hijo de Atsushi y del chico de la Port Mafia, Akutagawa, todos se sorprendieron. ¿En qué momento se conocieron esos dos incluso antes de que Atsushi entrara a la Agencia? Tenían un hijo de dos años. No lo comprendían. El inocente Atsushi Nakajima, ¿Con un hijo y un novio? Difícil de creer.
El pequeño Dazai quería liberarse de los brazos de Atsushi para ir a causar problemas a otro lugar o molestar a alguno de sus compañeros de la agencia.
Atsushi lo bajó al suelo para escuchar con atención el castigo que le impondrían por comerse a Dazai estando en su forma de tigre.
— Atsushi-kun.
Lo llamó el presidente.
— ¿Si?
Estaba nervioso. Más nervioso que el día en que le dió la vida a su pequeño Daichi.
— Kunikida me ha comentado sobre lo que hiciste. Te comiste a Dazai ayer cuando tu poder se descontroló. No sé si llamarlo canibalismo al ser un tigre el que devoró a Dazai pero... Antes que un tigre, eres un humano, por lo que te has comido a alguien de tu misma especie. Atsushi-kun, ¿Dazai te pidió ser devorado como forma de suicidio?
— ¡¡¿Ehhh?!! ¡No! ¡Dazai-san no intentó suicidarse de esa manera! ¡Yo sólo... Me lo comí! ¡Lo lamento mucho!
Decía avergonzado y algo nervioso. Se tiró al suelo para pedir perdón varias veces.
— ¡¡Oye!! ¡¡¿Qué se supone que haces, mocoso?!!
Gritó Kunikida desde su escritorio, al ser sorprendido por Dazai, quien en un descuido, le quitó su cuaderno de los ideales y comenzó a dibujar rayas en él.
— ¡Dibujar!
Respondió el mini Dazai, riendo con diversión y alejándose con el cuaderno.
— ¡¡Oye!!
Comenzó a seguirlo. Dazai corría burlándose del rubio, hasta que Rampo lo detuvo, interponiéndose en su camino y regalándole una paleta.
— Sí que eres problemático siendo un niño.
Murmuró él detective Edogawa, tomando al castaño en brazos y entregando el cuaderno a Kunikida.
— Gracias, Rampo-san.
El rubio regresó a su escritorio.
— Espero que cuando vuelvas a ser tú mismo, no intentes suicidarte con sustancias desconocidas.
Dijo Rampo al menor.
Atsushi oyó la algarabía causada por el chibi Dazai justo detrás de él.
"Me equivoqué. Dazai-san sólo se parece físicamente a mi niño. Pero mi Daichi no era del tipo de niño que causaba problemas... Daichi era muy reservado y tímido, y sólo podía ser él mismo estando con Daisuke y conmigo... Los extraño tanto..."

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Me Comí a... Dazai-san
Fanfiction[MPREG] [SHIN SOUKOKU] → El recuerdo de un hijo y un amor fallecidos. → Recuerdo de los malos tratos en el Orfanato. → Un malentendido de parte de Kunikida y todos los Detectives. Dazai, con un nuevo intento de suicidio, crea un veneno para matarse...