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¡Atsushi-kun! ¡Dazai! ¡¿Dónde diablos se han metido?!

Llamaba Kunikida. Caminaba por el pasillo justo fuera del Laboratorio, buscando al más idiota de los detectives de la agencia y al nuevo integrante de la misma.

Por su parte, dentro del Laboratorio, Atsushi y Akutagawa planeaban alguna mentira para no decirle la verdad a Kunikida sobre el nuevo intento de suicidio de Dazai. Seguramente sería severamente castigado si se enteran que frente a él, Dazai ingirió veneno y se convirtió en un bebé de dos años. Sería problemático para la Agencia Armada tener que cargar con un bebé, y más si se trataba de un bebé suicida.

— ¿Q-Qué puedo hacer, Akutagawa? ¡Ayúdame! Kunikida-san nos está buscando y...

En ese momento, el rubio de los ideales entró al laboratorio, justo cuando el pelinegro recién había tomado en brazos al bebé Dazai.

— ¡¿El perro de la Port Mafia, aquí?!—. Cuestionó el rubio confundido. Se preguntaba qué hacía Akutagawa en ese lugar, lo mismo se preguntaba Atsushi.

— ¡¿Quién es ése bebé?! ¡¿Y dónde está el idiota de Dazai?!

Interrogaba molesto, terminando con su paciencia. Se acercaba al bebé que Akutagawa traía en brazos, inspeccionándolo. El niño le sonrió e intentaba tocar la cara de Kunikida, quería quitarle sus gafas a como diera lugar.

— E-Esto, pues... ¡Este bebé es mi hijo y de Akutagawa-san!

Dijo de repente, sonrojado y avergonzado por sus palabras. El pelinegro se sonrojó y estaba algo molesto, pero todo sea por cuidar a Dazai-san bebé junto a la persona que ama en secreto, Atsushi Nakajima.

— ¡¡¿Ahhh?!! ¡¡¿Cómo puede tener un hijo un mocoso como tú, Atsushi?!! ¡¡¿Cómo es que ustedes lo tuvieron tan oculto?!! ¡¡Esto sólo traerá problemas con la Port Mafia!! ¡Que pena! ¡Un hijo de la mafia y la justicia, es insoportable! ¡Es vergonzoso!

Gritaba quejándose. Se alejó del mini Dazai y jaló a Atsushi hacia Akutagawa, para juntarlos como pareja, ya que no le quedaba otra opción. Ambos jóvenes estaban incómodos, pero a la vez felices de estar muy cerca del otro, aunque Dazai les "estorbara" de cierto modo.

— ¡La Port Mafia siempre en contra de la Agencia Armada y sus integrantes van y corren a tener un hijo! ¡Maravilloso!

Decía con sarcasmo.

¡¿Y dónde está Dazai?!

Cuestionó furioso y más por lo del "bebé del Shin Soukoku".

— ¡¿Dazai-san?! D-Dazai-san...

Titubeaba Atsushi, pensando en una respuesta rápida.

— ¡Jinko se lo comió! ¡Su habilidad se descontroló y se comió a Dazai-san!

Intervino Akutagawa, sorprendiendo tanto a Atsushi como a Kunikida.

— ¡¡¿Te comiste a Dazai, mocoso?!! ¡¡Tendré que decirle al presidente que tu habilidad está mal de nuevo!!

Su habilidad estaba completamente bien, sólo que cierto detective suicida se encontraba en su etapa de bebé, de nuevo, y comenzaba a quejarse de estar ahí, en el laboratorio, siendo sostenido en brazos por el pelinegro. Sus ojos se llenaban de lágrimas.

×××

Mientras tanto, en una pequeña casa en un lugar de Yokohama...

Cierto pelirrojo amamantaba a su pequeño bebé de apenas tres meses de nacido, mientras que vigilaba a otro pequeño niño de dos años, quien estaba jugando sobre una alfombra en el suelo.

Me Comí a... Dazai-sanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora