“Las misma humanidad, puede ser muchísima más monstruosa que los monstruos. Los Monstruos pueden ser más humanos que la misma humanidad.”
El movimiento del carruaje se estaba haciendo demasiado incómodo, tanto que la hizo despertar de aquel plácido y corto sueño. Su cabeza apoyada en el hombro de su querido padre, Zeuticos, el gran jefe del Clan Gremory, esté acariciaba su cabeza suavemente.
A su izquierda tenía su mano entrelazada con la de su amado hermano mayor, Sirzechs. Él la abrazaba de forma posesiva como si no quisiera que lo dejara.
Una lágrima corrió por la mejilla de la joven princesa Omega, estar abrazada por los dos hombres que más amaba hacia sentir triste sabiendo que tal vez no los viera de nuevo.
Los dos Alfas mayores notaron la tristeza de la menor, acalorando el abrazo dejaron esparcir su olor de Alfa para hacerla sentirse protegida. Ambos besaron los cabellos carmesí, repitiendo en susurros cuanto la amaban.
Zeuticos se separó del abrazo y hecho un vistazo a la ventana donde se observaba un triste paisaje invernal, pero todavía faltaba para llegar a su destino. Devolvió la mirada a sus hijos, el hermano mayor abrazaba la abrazaba de forma posesiva con sus ojos cristalizados, suplicando que se quedara.
—Rias... no sabes cuánto lo siento... No quería que pagarás por mi estupidez... por favor perdona a tu padre.
La lágrimas corrían desesperadamente de la cara del hombre mayor quién no podía evitar llorar y se lamentaba en silencio, ¿por qué tenía que ser su pequeña?.
El clan Hyodou desde tiempos inmemorables conservaba su rivalidad contra su clan. Ahora que tenían al Dragón Emperador Rojo se aprovechaban descaradamente de la falta de poder que tenían, aunque tenían el súper Demonio Sirzechs, él mismo había comprobado que él poder de actual Sekiryuutei lo superaba por 4, la batalla sería contraproducente para ambos clanes. Aún así, los superaban en guerreros y en poder de fuego, por lo visto, ellos estaban listo para ir a la guerra.
Zeuticos junto además de su gente querían legar a un trato justo y dejar esta rivalidad.
EI líder del clan Hyodou, Gorou, solo aceptaría la tregua si su hija menor que según el oyó, ese exótico cabello rojo carmesí era herencia de su padre y una belleza que era una herencia de su madre, que según pareciera como si hubiera sido la hermana menor, así de buenas fue lo heredado y una hermosa rareza entre los miembros del clan se casara con su hijo menor Issei. El trato no
sonaba tan terrible hasta que después de aceptarlo, Gorou le contó que su hijo, debido a una maldición ocasionada por la Longinus Boosted Gear, fue convertido en una bestia dragoniana, con un aspecto que parecía salido del mismísimo inframundo, y que por eso fue encerrado hace muchos años
en un antiguo palacio para que pudiese controlar sus poderes. Todas las veces que lo fueron a ver, él acababa de manera brutal con la vida de miles de sus guardias y hasta ahora no sabían nada de
él.Sintió su sangre helarse al recordar
como el Hyodou se reía sádicamente de su desgracia. No quería dejar a su pequeña omega en manos de aquella cosa, si algo le pasara, no se lo perdonaría nunca.—Acabaré con ese maldito bastardo —dijo decido el joven alfa a su padre, él sabía el cariño que le tenía a su hermanita y estaba dispuesto a dar hasta su vida sin con eso ella podía ser libre.
—No seas imprudente Sirzechs, es mejor no buscar pelea con esos desgraciados. Ganas no me faltan, pero recuerda que estamos haciendo esto para evitar daños contra
nuestra gente.
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One shots
RandomPequeñas historias que subiré aquí... también algunos ovas o alguno que otro cap, obviamente no van hacer canon... o tal vez si, quién sabe... aquí subiré de todo tipo y pues bueno, entren y disfruten.