En una oscura celda, se podría ver a alguien en el suelo con su espalda apoyando a la pared, su cuerpo desnutrido, llenas de viejas cicatrices, su cabello castaño sucio que cubría sus ojos que tenían ojeras, estaba respirando con dificultades.
Estaba al borde de la muerte, se sentía débil, muy débil para vivir, ya no tenía a nadie, sus padres muertos por el ataque de un demonio, fue encerrado en prisión para ser usado de mil formas distintas.
Fue torturado tanto física y mentalmente y fue humillados y golpeado en la prisión por todos los recluso, las humillaciones y los golpes no le importaban, pero cuando “él” trajo los cadáveres de sus padres, ahí perdió su cordura y su mente.
Comenzó a maldecir a todos que lo iba a hacer pagar, que lo haría sufrir tanto hasta cansarlo, comenzó a odiar a todos los relacionados con los sobrenaturales.
Odiaba a los demonios, odiaba a los Ángeles caídos, odiaba a los Ángeles, odiaba a los dragones, odiaba a los dioses, odiaba a los yokai, odiaba a todos lo que no son humanos.
Su mente no paraba de repetir.
Matar, matar, matar, matar, matar, matar, destripar a todos los sobrenaturales, erradicar a todos esos seres repugnantes y borrarlos de la faz de la tierra
Los sobrenaturales eran el cáncer que mataba lentamente el planeta y tenia que eliminarlo ante de que se propaguen como una asquerosa enfermedad.
Tenía mucha hambre, mucha hambre, no había comido en 2 meses y se sentía débil, antes de que cayera a la inconsciencia, sus ojos muy vacíos llegó a ver como la reja era abierta para revelar a los líderes con sus rostros preocupados.
¿Ellos se preocupan?, ¿era una especie de broma de mal gusto?.
Sus oídos captaron las palabras de Yasaka y los demás.
—... Esto es malo, debemos sacarlo y llevarlo al hospital, no aguantará otros segundos aquí, Sirzechs-dono... —decía Yasaka preocupada.
—... Debemos llevar al hospital de mi Clan, ¡que preparen todo lo posible!, ¡quiero a sus mejores médicos para sanar a Ise-kun! —exclama la voz preocupada de serafall.
El castaño no podía creer lo que escuchaba, ¿dónde estaban cuando todo se fue al carajo? ¡¿dónde estaban cuando sus padres murieron?! ¡¡¿dónde habían estado todo este maldito tiempo?!!.
«Malditos monstruos, los matare, juró por mi vida que los haré pedazos...», pensaba Issei muy cansado y cayendo a la inconsciencia.
Una semana después.
Abriendo los ojos, solo podía ver que estaba en la cama de un hospital, ya no se sentía tan débil, pero se sentía muy cansado, solo podía mirar el techo blanco del hospital.
Los recuerdos de su tormento le golpea su cabeza como una tonelada de ladrillos, solo podía pensar en cómo matar a todos, ya no importaba, ya no tenía a nadie, solo le bastaba con matarlos con sus propias manos a todos los monstruos.
Esos monstruos no merecían vivir, no merecían existir, son monstruos, son monstruos que pretender ser humanos, que pretender serlo con solo hablar su idioma y comportarse como humanos civilizados.
Que bromas, ¿no?.
Un demonio bueno, hahahaha, ¡son unos demonio y los demonios siempre serán lo que serán!, ¡así que si ellos son unos asquerosos Demonios!, ¡él sería The Devil-slayer!.
Ya quería agarrar a cualquier demonio que viera y arrancarle la cara y los ojos... quería hacer sufrir a alguien ahora mismo.
Pronto se escuchó el sonido de una puerta abrir y una voz suave se escuchó.
—... Oh, Sekiryuutei-sama, es bueno que haya despertado, Serafall-sama estará muy feliz de saber de su recuperación... —decía una enfermera muy hermosa que estaba feliz de ver al héroe de las facciones despierto.
—...
El castaño estaba en silencio ignorando a la enfermera mientras miraba las cicatrices viejas en su cuerpo, podría ver que los asquerosos demonios limpiaron sus heridas y estaba casi sedado.
—... no te preocupes, Serafall-sama ordenó al personal del hospital para que te atendiera una vez que se haya despertado, su recuperación y su salud es nuestra máxima prioridad. Ahora... si necesitas algo, no dude en pedirlo... —dice la enfermera mientras se acercaba a Issei para colocarle una bandeja con comidas muy bien preparadas y elaboradas, tenia tenedor en el plato.
Issei estaba en silencio mirando el plato mientras la enfermera se acerca para ayudar a Issei a alimentarlo.
—... No te preocupes sekiryuutei-sama, pronto le quitaran el sello de su Boosted Gear. Ah y Rias-sama y los demás vendrán a visitarte una vez que su recuperación sea anunciada... mientras tanto déjame que te alimente... —decía la enfermera acercándose a Issei de forma muy cercana.
Al recibir el contacto directo, Issei en un parpadeo, recoge el tenedor y le atraviesa en la garganta a la enfermera.
Ella no podía gritar, solo podía toser inútilmente mientras escupía sangre a montones mientras ensucia la cama limpia con su sangre.
Ella cae muerta boca abajo en la cama, Issei se levanta de su cama y abandona el cuarto para luego bajar la palanca de la alarma de incendio haciendo que todo el personal y algunos pacientes abandonarán las intenciones. Issei aprovecho eso para bajar junto al mar de pacientes hasta salir del hospital.
Una vez fuera del hospital, Issei con una mirada muerta, caminaba por las calles de Lilith mientras roba algunas ropas para esconderse y salir por la terminal, ahí Issei dedico su última mirada al inframundo.
Desconocido para el propio castaño, tenia una ligera flama roja en su ojo y su pensamientos era matar a los sobrenaturales.
Los mataría a todos, los mataría, los mataría como los cerdos que son todos ellos.
Ya no era Issei, tampoco el Sekiryuutei.
El era... The Devil-Slayer... y los mataría a todos, a todos los no humanos del planeta, como el Devil-slayer que era.
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One shots
De TodoPequeñas historias que subiré aquí... también algunos ovas o alguno que otro cap, obviamente no van hacer canon... o tal vez si, quién sabe... aquí subiré de todo tipo y pues bueno, entren y disfruten.