POV RACHELL
Antes de entrar a clases del maricón de Lockhart, tuve que tomarme el tiempo de leer una carta que me había mandado uno de los idiotas que lamentablemente conocía.
Abrí la carta con un suspiro pesado.
La hoja era sumamente elegante, tenía un patrón de formas hermosas y unas flores doradas en la esquina. Incluso olía rico, a perfume bastante caro de hombre.
Rodé los ojos con fastidio ante ello.
Solo alguien como Dimitri Sangster podía gastar tanto en una simple carta, porque tenía el ligero presentimiento, que incluso las flores que estaban dibujadas en la esquina eran de oro verdadero.
¿Como?
No sé, pero sabía que Dimitri era capaz de eso y más.
Total que me puse a leer la malaya carta, porque sino se me haría tarde.
«Querida Señorita Tramonte:
Es un placer recibir una carta de usted, me alegra demasiado que se encuentre bien y esté llevando a cabo sus estudios en la escuela para magia y hechicería de Hogwarts. Le notifico que he mandado inmediatamente el paquete que me ha solicitado, pero...
Mardita, ¿Me puedes explicar para que coño de la madre tú quieres esas vainas? Porque ni para saludar a tan grande magestuosidad escribes, sucia. Ni tú, ni David, ni la miserable de Erika; pero cuando necesitan de mí si vienen a olerme los peos, putos.
Así que me vas a explicar con puntos y señales el chisme.
Es que si pudiera te mandara un coñazo por la carta, pero no se puede, asi que me conformaré con hacerte sentir culpa por olvidarte de una de tus mejores amistades.
¿A quien engaño?
Soy lo mejor que te pudo haber pasado, de nada.
Ahora, me es necesario despedirme. Espero el paquete le haya sido de mucha ayuda.
Atentamente:
Dimitri Sangster
El puto amo, nojoda».
Me quedé mirando la carta por bastante tiempo, luego simplemente rodé por enésima vez los ojos.
Dimitri era una vaina seria.
(...)
Después del desastre con los duendecillos esos de mierda que había llevado el profesor Lockhart, el gafo ese no había vuelto a hacer la mismita gracia de llevar cosas vivas a la clase. En vez de eso, se ponía a leer mariqueras de sus libros, y a veces se ponía a actuar los momentos "más emocionantes" de su mierda de biografía. La mayoría del tiempo agarraba a Harry para esas vainas, que si un vampiro, un yeti, más ridiculeces.
De verga y no hace de Barbie.
Justo en ese instante estaban haciendo lo mismo, el gafo de Potter ahora kike era un hombre lobo. Yo no les estaba parando mucha bola, estaba más concentrada pensando si en verdad la estúpida de Hermione iba a quitarle el permiso al profesor marico.
Me parecía una estupidez que el trío de panitas hiciera eso, cuando Erika y yo le habíamos propuesto que ella le preguntara a Malfoy sobre eso. Pero cada loco con su vaina.
Al fin sonó el timbre y Lockhart se puso en pie.
-Deberes: componer un poema sobre mi victoria contra el hombre lobo Wagga Wagga. ¡El autor del mejor poema será premiado con un ejemplar firmado de El encantador!
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Venezuela en Hogwarts (Sangre Tricolor)
HumorTres venezolanos, tres diferentes destinos, un mismo sufrimiento: Venezuela. Pero una salvación vieron al tener en sus manos la carta de Hogwarts. Los tres latinos se habían separado, las dos chicas por un lado y su amigo por otro, pero ellos... Una...