Sueño de una noche de verano

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La función acabó. Otra vez se veía el desértico paisaje a través del enorme visor. La blanca arena era bañada por la suave luz de las dos lunas del planeta, resultando en un suelo verde, ya que una era de color azul y la otra amarilla como un queso terrestre. Desde ese sitio no se veían estrellas, el cielo oscuro parecía un manto que cubría el planeta entero. Nadie pensaba que esa era una probabilidad, ya que hay seres mucho mas grandes que algunos planetas allí fuera en el universo que gustan de cubrir los planetas con pañuelos para hacerlos desaparecer en un show de magia. Pero eso era ignorado por seres insignificantes como el terrícola Arthur Dent.

Arthur dormía pacíficamente apoyado en el hombro de su captor. Soñaba estar tomando una taza de té en su vieja casa en la Tierra, con ratones blancos llevándole galletas a través de la mesa y estando acompañado de una figura idéntica a Khan pero sin rostro. Su subconsciente declaró que el rostro fue visto una sola vez y por lo tanto no era suficiente para recordarlo perfectamente.

Khan del mundo real estaba teniendo una lucha interna sobre si levantarse e irse a dormir o pasar la noche en una incomoda silla solo por no despertar a Arthur. Llegó a la conclusión de que si lo dejaba, ambos sufrirían dolor de espalda en la mañana. Movió su hombro y Arthur despertó alterado

-¡Vía de circunvalación!

Miró a todos lados respirando agitado, se calmó al ver a Khan.

-Sigo aquí

-Sigues aquí

-¿Te molesté?

-Deberías dormir en una cama apropiada

-Cierto

Khan se puso de pie

-Puedes usar cualquiera de los cuartos libres

-¿Por qué hay tantas habitaciones si estas solo?

-Toda mi tripulación fue asesinada por la unica criatura viviente del planeta Ceti Alpha V donde fuimos exiliados, el gusano de Ceti

-¿Y no te sientes solo?

-Tuve la oportunidad de colaborar con los tripulantes de la reconocida USS Enterprise, pero intenté destruir la nave en cuanto tuve la oportunidad

-¿Por qué?

-Es preferible gobernar en el infierno que servir en el cielo

Khan abandonó el puente. Arthur se levantó de la silla, miró el paisaje fuera de la nave y dejó el lugar.

En los pasillos de la USS Vengeance, Arthur se asomaba a las puertas viendo cuarto por cuarto hasta encontrar uno que sea de su agrado. Escogió uno sin ventanas y con una gran cama. Se tiró sobre ella soltando un suspiro. Su mente vagó entre los acontecimientos de ese día; desde el desperfecto del Corazón de Oro, el cambio de cuerpos y el suelo minado, hasta que llegó a esa nave. La estancia con Khan fue mas agradable de lo que esperaba, podía haberlo amenazado con un arma varias veces pero era un buen anfitrión. Incluso le ofreció té y un baño. Recordó entonces la sorpresa que se llevó al descubrir lo apuesto que era Khan en realidad, después de todo era un superhombre perfecto. Alzó la cabeza, miró sus pantalones y se dio una bofetada por pensar algo así

-Ya pasaste la pubertad, Arthur. Controlate, por Dios

Pero lo tentaba el pensamiento de tener ese gran cuerpo a su merced. Sus instintos lo guiaban, no estaba seguro de sus propios sentimientos. Se dio por vencido, metió una mano en sus pantalones y volvió a sonrojarse

-Perfecto en todas partes

Cubrió su boca por miedo a que el eco le jugara en contra. Se puso de lado y contrajo las piernas por la extraña sensación que recorrió su pelvis. Arthur intentaba recordar el reflejo en el espejo del baño, ese hombre perfecto que le devolvió la mirada por solo un segundo y lo hizo sentir desfallecer. Penetrantes ojos azules, nariz fina y prominente, mandibula firme y desbordante atractivo sexual.

-Khan..

Posiblemente se lastimó el labio. Sudó mas de lo que el dueño original del cuerpo aprobaría. Pero logró quedar satisfecho y cayó dormido.
A la mañana siguiente despertó con un gran bostezo. Se rascó la nuca, puso los pies descalzos en el suelo, movió un poco los dedos y se puso de pie. Salió del cuarto con pereza y le tomó un momento recordar hacia que lado quedaba la sala principal. Llegó a la sala de mando, donde Khan revisaba unas pantallas con suma atención.

-Buenos días- saludó Arthur

-Buenos días. ¿Tuviste algún problema con la habitación?

-¿No?

-Porque en la noche llamaste mi nombre

Las mejillas de Arthur se pusieron rojas como su cabello original. Khan volteó a verlo

-Hubiera acudido a tu llamado, pero tu cuerpo tarda en procesar la comida y no tenía suficientes energía para moverme. Es la primera vez que me es tan facil caer dormido

-N-No te preocupes, no era nada. Me perdí en los pasillos, es todo

-Si necesitas el aire acondicionado solo da tres palmadas

-¿C-Cómo dices?

-Estas cubierto en sudor. Supongo que hizo calor anoche

-S-Si,mucho calor. ¿Sabes qué? Iré a darme un baño

-Haré el desayuno si quieres

-Genial,gracias

Otra vez, Arthur salió corriendo como un cobarde. Pero la verguenza era algo que pocos humanos podían enfrentar, volvía debil incluso al mas orgulloso de ellos. Lo unico en lo que podía pensar Arthur era en como vería a Khan a la cara el resto del día.

Improbable (Kharthur)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora