Dusk Till Dawn: Nice to meet you

Capítulo 12: Navidad en el castillo.

Por fin había concluido el trimestre, sobre el colegio cayó un silencio profundo, lo cual era relajante, al fin podía caminar tranquila por los pasillos sin que nadie me dirigiera miradas o algún gesto, casi todo el colegio se había ido, de Slytherin solo quedamos, Draco, Crabbe, Goyle y dos chicos de último curso, se que Hermione, Harry y los Weasley también se quedaron, así que creo que no serán unas navidades divertidas.

—Que silencio hay en el colegio. —dijo Hermione.

—Si... que genial se siente. —dije.

—Es extraño estar casi solas en el comedor. —dijo Ginny.

—Algo, pero es refrescante. —dije.

—Hola niñas. —dijo una voz detrás de mí que reconocí al instante.

—Hola Fred. —dijimos Ginny y yo al unísono.

—Hola Fred. —dijo Hermione un poco después, se ve que no estaba segura de cual gemelo era.

—De verdad me sorprende que puedas diferenciarlos. —dijo ella.

—Son bastante distintos la verdad. —dije sonriente, el gemelo se sonrojó al instante.

—¡Helena! —escuché que alguien me llamaba desde la entrada.

—¿Qué pasa Draco? —le pregunté amable, no sin antes volver a ver a Fred.

—Necesito hablar contigo. —dijo, estaba rojo.

—¿Puede ser luego? ahora estoy algo ocupada. —dije volviendo a ver a Fred.

—No, tiene que ser ahora, es... es importante. —se había más rojo aún.

—Bueno, los veo luego chicos. —dije recogí mis libros, le lancé una sonrisa a Fred y salí con Draco del Gran Comedor.

—Cuéntame, ¿qué es tan importante? —le pregunté a Draco una vez lejos de la entrada.

—¿Por qué estabas sonriéndole así a Weasley? —me preguntó de golpe.

—¿Qué? —pregunté desconcertada—. ¿Para esto me has hecho salir del comedor Draco?

—Responde mi pregunta Helena. —dijo en tono demandante.

—Es mi amigo Draco, además yo puedo sonreírle a quien yo quiera. —dije cruzandome de brazos.

—Sí, pero no de la manera en que le sonríes a él. —dijo poniéndose tan rojo como la cabellera de los Weasley.

—¿Cómo le sonrío según tú? —pregunté retadora.

—Como si él... como si él te gustara. —dijo enojado. Draco Malfoy estaba celoso... por mi, eso si no me lo esperaba.

—¿Estas celoso Draco? —pregunté.

—No, solo no deberías sonreirle así a la casa que es la competencia. —dijo bruto.

—Cada día te entiendo menos Draco. —dije dándome la vuelta y yéndome a la sala común.

La sala común estaba desierta, así que aproveché el silencio para ponerme a leer un libro frente la chimenea, sin darme cuenta, me quede dormida, comencé a sentir que alguien acariciaba mi mejilla, abrí los ojos lentamente, en lo que mi vista de hizo clara me levanté de golpe del sofa lo que hizo que me comenzara a doler la cabeza.

—Lo siento, no quería asustarte. —dijo él tímidamente.

—¿Què haces Draco? —pregunté con una mano sobre mi cabeza.

—Yo... yo solo te vi ahí... y no sé... —dijo tímido.

—Draco... tu novia es Astoria, y no deberías hacerle esto. —dije en tono decepcionado y subí a mi habitación.