QUINTO CAPÍTULO: ENCUENTRO

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     Con la respiración agitada, Yūgen despertó de golpe, se percató que aún no amanecía —y que tenía una carta por leer— así que aprovechó para saber qué contenía ese papel. Se sentía agotada, pero no tenía sueño en absoluto. Bostezó y se levantó para encender algunas velas para leer; buscó la carta junto al bonito prendedor, lo miró más a detalle y sonrió, era hermoso. Suspiró, su corazón palpitaba con velocidad mientras miraba ese sobre que tenía escrito encima "para ti", inhaló y exhaló lentamente para calmarse, estaba ansiosa, no tenía ni una mínima idea de lo que podría decir su contenido. Sacó el papel, lo desplegó y empezó a leer.

«Anteriormente no me había sentado a escribir algo personal, mi vida se ha pasado en escribir estrategias, planos y ordenes, métodos o algún tipo de dato importante que ameritase ser registrado en papel, así que, aquí estoy, plasmando lo primero que se me viene a la mente.

Las mañanas han sido frías, pero muy productivas, en repetidas ocasiones pensé en ti. Ha pasado un tiempo desde la última vez que recibí algo tuyo y me ayudó a ser un poco más consciente de todo. De que no matarte ha sido un error, pero, ¿cómo asesinar a alguien que no puedes sentir?, ¿alguien que no ha sido visto por nadie? Eso me preocupa un poco... bastante, siendo sincero.

¿Divagué mucho? Estoy algo perdido. Mucho, ahora mismo.

Desconocida, no tengo un nombre por el cual llamarte y así tendré que dejarte ir de esta manera. He tratado de escribir esto unas ¿cinco veces? y este intento, hasta los momentos, va mejor que los anteriores.

Quiero decir, con todo esto, que es el fin de tus lindos poemas, divertidas historias y halagadoras palabras.

No soy un buen hombre, desconocida, y creo que lo sabes, sé que no se dicen cosas buenas de mi clan y de mí persona en particular. Pero aquí estoy para recordártelo, soy la persona menos indicada para que ames.

He pensado que no puedes amarme sin conocerme, probablemente te asustaría mi verdadero yo. No sé cómo soy en tu mente, pero olvídate de eso. Mereces estar con alguien bueno, alguien noble, digno de tu alegría y sinceros sentimientos.

Comprendo que todos nos asesinamos con el mismo propósito de mantenernos con vida, pero estos ojos rojos jamás serán bien vistos... O eso pensaba, muy vagamente, hasta que te conocí. A pesar de todo, creo que, a través de tus ojos, soy algo más que un despiadado hombre.

Ha sido agradable, de alguna manera, conocerte, por medio de palabras. Curiosamente, algo de ti me recuerda a un amigo, a uno muy querido. ¿Tal vez por lo transparente que eres?

Lo siento, pero este es mi mejor intento de ser amable. De ser un poco más piadoso, después de todo, no mereces nada malo. Tal vez por eso te escribo esto, como una especie de advertencia.

Ahora se hace guardia, si vuelves, nos aseguremos de atraparte y matarte a ti o quién sea. Pedí la caligrafía de todos para confirmar nuevamente que no eres alguien de mi clan, tenía la pequeña esperanza de encontrarte aquí o descubrir que era todo una broma de mal gusto planeada por mi hermano.

Quizá lo último no debía decírtelo, pero creo que era un buen gesto de mi parte.

Me pregunto si te sentirás bien. Estas palabras no necesitan respuestas, probablemente llores, en mi mente eres muy emocional (como un bebé), pero más daño que este espero no hacerte, así que mantente lejos de mí, es agradable pensar que hay alguien en el mundo que no me odia o teme, que hay alguien en el mundo, además de mi hermano, que me ama. De alguna manera, mi ego aumentó.

Sé tú misma siempre. Desearía, en algún momento, conocerte y saber que eres tú. Me has transmitido parte de tu misticismo y quiero pensar que al verte te reconoceré.

DEAR MADARA   ||   MADARA UCHIHA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora