Con Yūgen fuera de escena, Madara se sintió repentinamente aburrido; recibiendo halagos y reverencias junto a su hermano. Luego de un largo rato coincidió con Hashirama de nuevo, quién lucía agotado; Izuna les dió espacio y se apartó, dejándoles solos para que conversaran.
Hashirama inició rápidamente la conversación, atacando con preguntas.
—¿Qué fue eso con Yūgen?
—¿A qué te refieres?
—Tobirama me informó que estuvieron juntos antes de que ella vomitara. Además de ese comentario del matrimonio.
—Le mostré dónde hablamos de este sueño.
—¿Y el matrimonio?
La cara de Hashirama era graciosa, Madara apreciaba la expectativa que había en la cara de su amigo, curioso por ver qué pasaba, decidió responderle en broma: —Me encantaría casarme con ella.
Hashirama deprimió.
A estas alturas, Madara no comprendía cómo carajos hacía su amigo para emitir esas vibras tan apagadas y verse tan patético cuando algo le golpeaba emocionalmente.
—¡Carajo, compórtate, nos miran!
—Quieres... tú... mi hermana.
Se puso peor.
—¡Estoy jodiendo! Sólo quería ver tu reacción, ¿Qué tan mal partido soy para que actúes así?
Hashirama se estaba recomponiendo y le respondió: —No estoy listo para dejarla ir de casa.
Madara enarcó la ceja: —Algún día lo hará, más ahora que no hay guerra.
Su amigo lo miró dolido, cómo si una daga lo apuñalara, haciéndole pensar que no había cambiado en absoluto, sin embargo no dijo nada; se quedó a su lado y está vez fue él quien preguntó.
—¿Por qué no me contaste de ella?
Parecía algo difícil de responder para Hashirama, o eso dió a entender por su cara, y Madara se sintió aún más curioso; Yūgen y él quedaron en comer para hablar de ello, pero era algo que le pesaba un poco y que quería saber.
—Madara, no es el lugar indicado para hablar de ello... —con una mueca en la cara y ojos suplicantes, Hashirama optó por no responder la pregunta de su amigo y el entendió.
Definitivamente, Yūgen Senju era un misterio.
Así transcurrió la noche y, entrada la madrugada, la gente fue partiendo de a poco; primeramente las ancianas que ofrecieron comida, con ayuda de jóvenes y seguidos de padres con bebés y niños, todos agotados por la larga celebración del día. Los líderes atendieron a todos, dejando el lugar completamente limpio e iluminado por las luces colgantes. Al final, cuando quedaron completamente solos; decidieron tomar junto a Izuna.
—¿Yūgen-san estará bien? —preguntó Izuna cuando se sentaron, era más un pensamiento que se le escapó. Al darse cuenta, se sonrojó un poco.
Hashirama, quién destapaba el sake, sonrió antes de contestar: —Claro que sí, Izuna, el vino de serpiente no es venenoso. Tobirama cuidará de ella toda la noche, hará todo lo posible para que se mejore si sigue mal.
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DEAR MADARA || MADARA UCHIHA
FanfictionMadara Uchiha (FANFIC) 1 "Tal vez las cosas debieron resultar diferentes para esas almas lastimadas." Hay que atravesar dificultades para encontrar lo que queremos e incluso tenemos que sacrificar cosas para conseguir nuestros sueños y ambiciones. E...