illo

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POV: Eva/E

Desde que tengo uso de razón amo los panecillos de piña. No recuerdo la primera vez que los comí, pero lo que sí recuerdo es que era muy feliz.

Muy feliz...

Había otras personas en esos momentos,

mi hermano?

Si era él... pero

Pero

Había otra persona

¿Papa???

No, es imposible... con él nunca sonreía

Nunca

Era otra persona, otro niño.

illo..., por qué ese nombre viene a mi cabeza y no estoy segura si es un nombre o es otra cosa.

La piña era deliciosa, era perfecta para mí. Two prefería la frutilla, siempre se comía todas el solo.

Pero ese niño, ese otro niño. Qué comía? Él compartía algo con nosotros... pero qué?

Yo era One, mi hermano era Two... y este niño?

Siempre recuerdo esos momentos, por mi hermano, las últimas veces que estuve y compartí con el.

Antes de esa vez...

El accidente.

Siempre bloqueo ese recuerdo, lo detesto.

Me produce solo tristeza y dolor.

Debí morir ese día, y creo que hubiera sido lo mejor.

Por lo que ocurrió después.

Perdi a mi hermano, perdí a mi otra mitad.
Desde ahí solo fui un estorbo para papa.
Desde ahí me convertí en la niña sin poderes.

Era un número pero sin nada especial.

El experimento fracasado

Solo era una niña que amaba la piña.

Nada más.

—Hola profesora!! —escuché a unas niñas gritarme sacandome de mis recuerdos.

Tenían los helados que estaban vendiendo los chicos.

—Hola niñas. —les contesté y luego ellas se fueron.

Regrese a ver mi panecillo de piña que acababa de comprar y sonreí al verlo tan delicioso.

No importa los recuerdos, este dulce siempre me hace feliz.

Y empecé a comerlo, mientras veía los juegos que estaban a unos metros, los niños con globos jugando, las personas de aquí y para allá.

Era un buen día de feria.

—Un buen día de feria?

Escuché en mi mente. Su voz era la misma que venía escuchando hace días.

Dejé de comer y empecé a buscar entre las personas alguien sospechoso o diferente de las personas del pueblo.

—Estás aquí, te encontre. —su voz retumbó en mi cabeza.

—Dónde?—Dije telepáticamente, me concentré bastante para que logre escuchar.

Y lo vi.

Él ya me estaba viendo

—Eres tú! —contestó en ni mente

Fue cuando lo vi hablar algo, pero como lo dijo no logré escuchar por estar tan alejados y el ruido de tantas personas.

Paciente CeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora