Capítulo veintiuno.

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Narra Marley:

—Señorita Vargas, su examen. —La profesora de Literatura me entregó el examen que había hecho hace dos días y mi esfuerzo en estudiar valió la pena; 9.2.

El timbre sonó indicando la hora de salida y justo cuando estaba por salir, Monse se acercó a mi.

—Marley, ¿te hice algo? Hace dos semanas que no me hablas.

《No, tú no. Tu hermana me amenazó con destrozar mi relación con Jos porque te traicioné y no se porqué me das miedo.》Pensé.

—Por supuesto que no. Es sólo que he estado muy distraída últimamente, lo lamento. —Le mentí, recordar la amenaza de Naeh me hacía temblar, es por eso que preferí no involucrar ningún tema de eso justo ahora.

—¿Por Jos?

—¿Qué? No, claro que no. Debo irme. —Cogí mi bolso y salí del salón lo más rápido que pude.

Me sentía mal por darle la espalda a Monse pero su hermana me asustaba, quería creer que lo que me había dicho hace dos semanas solo era una jodida broma por el día de los inocentes pero no, no era el día de los inocentes.

Cuando salí de la escuela, recibí un mensaje de Ingrid:

"Prima, me fui con Andre a casa, alguien te está esperando. ;)"

Cerré el mensaje y me quedé pensando un momento en la persona que me estaba esperando, hasta que el grito de al menos 5 chavas me dieron mi respuesta no sin antes dejarme aturdida.

Di la vuelta y vi a Jos parado detrás de mi con una sonrisa de oreja a oreja que de inmediato me contagio, corrí a abrazarlo, ya que después de dos semanas no lo vi, se fue a Francia y se me hizo una eternidad al no verlo y no hablar con él. El correspondió mi abrazo y besó mi cabeza mientras me aferraba más a él. Estaba a punto de besarlo hasta que recordé que estábamos en medio de la calle.

—Hola. —Sonreí y me devolvió el "hola" con una sonrisa igual de grande que la mía. Odio esa maldita sensación de extrañarlo al grado de llorar cuando escucho su voz en una canción.

Subí a su auto y me puse el cinturón de seguridad. Jos hizo lo mismo para arrancar, prendió la radio y mantuvo el volumen bajo.

—¿Qué tal Francia?

—Fue increíble. —Sonrió —Solo faltó algo para que pudiera decir que fue perfecto. —Me miró por un par de segundo y después volvió a ver a la carretera.

—¿Qué falló? —Le pregunté un tanto confundida; ganaron un premio y fue en Francia, ¿por qué no fue perfecto?

—Fue tenerte a mi lado, Marley. Estaba en la ciudad del amor y no estabas conmigo. —Dijo con una sonrisa llena de nostalgia. Yo le sonreí de la misma manera y él entró a la calle donde se encontraba mi casa que al parecer estaba vacía y aparcó ahí —Pero, te traje algo. —Sacó una cajita roja y me la dio. La abrí y vi una pulsera de oro con un grabado: "Je te aime".

—Jos, es hermoso. Gracias. —Dije mientras le regalaba un cálido abrazo y el me sonreía mientras besaba mi cuello.

—Vamos, déjame ponertelo. —Me dijo. Extendí mi mano para que me la pusiera. Una vez que me la puso admiré mi muñeca con la pulsera puesta y le sonreí a Jos. El me miró y se acercó a besarme. Yo le correspondí el beso.

Extrañaba ese sabor de sus labios tan familiar, la forma en que mi lengua danza con la suya me hacen sentir tan bien, es la sensación más perfecta que he sentido, definitivamente haría lo que fuera para no poder quitar esto de mi vida, nunca.

(...)

—¡ANDRE, BORRA ESO! —Le grité a mi hermano por quinta vez desde que me enseñó la foto que nos había tomado a Jos y a mi hace rato cuando me dio la pulsera; nos estamos besando en la foto.

—Nadie la va a ver, tranquila. —Dijo mientras me daba el celular para que yo borrara la foto, la borré y le devolví el teléfono con una mirada asesina.

—Te equivocas, Andre. —Llegó mi prima con Ramona y ambas traían una cara de preocupación, Ingrid me enseñó su teléfono y la misma foto que tenía Andre en su teléfono estaba publicada en una página de chismes con la leyenda: "¡Confirmado! Jos no tiene una prima, tiene una novia oculta."

¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición! Miré a Andre confundida, confundida y enojada, mientras él me miraba con incredulidad.

—¿Quién más tenía esa foto a parte de ti? —Le pregunté enojada.

—Nadie, te juro qur nadie más vio esta foto. —Miré la foto detenidamente y noté que la foto estaba tomada desde otro ángulo. No era la foto de Andre, alguien más nos estaba espiando, pero, ¿quién? Naeh.

Mi celular sonó y en la pantalla apareció la foto de Jos junto con su nombre y respondí.

*Llamada*

—Marley, tú y yo aprecemos en una foto donde, tú y yo, tú y yo... —Él tartamudeaba, me desesperé y lo interrumpí.

—Besándonos, sí, ya la vi, José. Deja de tartamudear. —Puse los ojos en blanco pero sonreí cuando escuché su risa del otro lado acompañado de un "Lo siento" —Bien, ¿y ahora?

—Ya me regañaron. No dejan de mandarme mensajes, tweets. Todo mundo está en mi contra.

Suspiré pero no dije nada, no sabía que decir. Estaba enojada porque sabía que Jos estaba mal, estaba triste y enojado igual pero honestamente me sentí bien porque ya no era un secreto. Lo único que deseo ahora es que nadie nos moleste y podamos salir sin escondernos.

—¿Marley...? ¿Sigues ahí? ¡Fea! ¡Hazme caso!

—¿Qué? Perdón, me distraje un momento, ¿qué decías?

—Que tengo asuntos que atender con respecto a eso, te hablaré más tarde. Te quiero, fea.

—Esta bien. Te quiero más. —Colgué y miré a mi hermano quien era el único que seguía ahí y me sonrió para darme algo de consuelo.

(...)

Prendí la televisión y busqué algo entretenido que ver, para ser las 8:00 de la noche no había nada interesante, pero las figuras de 5 personas familiares me hicieron detener mi dedo para dejarle a ese canal; CD9.

Entonces, ¿La chica se subió a tu auto y te besó? —Preguntó la entrevistadora, sorprendida y mis ojos se abrieron como platos al escuchar lo que acababa de preguntarle.

—Sí. Sólo era una fan que logró encontrarme. —Respondió mi novio entre risas.

¿Qué?

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Enamorado de una fan. ||Jos Canela||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora