Capítulo veintiséis.

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Narra Marley:

—Dios, papá. Que bueno que por fin contestas. Estoy en el hospital, Ramona se cortó por accidente y está en sala de emergencias.

—¿Qué? ¿Esta bien? Dame la dirección. ¿Estás sola? Vamos en camino.

—Si, está bien, la cocieron. No, no estoy sola. Alonso nos trajo. —Giré mi vista hacía la puerta de emergencias y llegaban corriendo la tropa CD9. —Llegaron José y sus amigos. 

—Bien, voy para allá. No te vayas. Dijo después de que le di la dirección.

Mi padre colgó y me puse a pensar en adónde jodidos iría a las 11:00 de la noche con mi hermana en el hospital.

Los chicos se acercaron a mí y me preguntaron por Ramona. Yo les dije que necesitaba puntadas y ya. ¡Se oye tan horrible cuando digo eso!

—Marley, ho...hola. ¿Cómo esta Ramona? —Jos se acercó, estaba preocupado, sus ojos reflejaban mucha preocupación y también nerviosismo.

—Ella esta bien, esta dormida. ¿Por qué han venido todos?

—Alonso le habló a Alan y él nos avisó. Todos estábamos muy preocupados, si quieres que me vaya me voy, no hay problema o si quieres que todos nos... vayamos. —Se pasó los dedos por el cabello.

Lo miré por un segundo y él a mí, negué con la cabeza y le sonreí. Sabía que si quería olvidarlo tenía que hacer que se vaya pero no quería hacerlo, no podía alejarlo. Lo he extrañado mucho y estoy segura que si extrañar tanto a alguien fuera pecado probablemente desde ahora estaría siendo llamada al infierno. Su cara se llenó de alivio y ninguno de los dos dijo palabra alguna.

—Marley, ¿Dónde esta Ramona? —Mi padre se acercó a mí abrazándome y yo le correspondí el mismo. A lado de él se encontraba Mónica.

—En la habitación ocho, está durmiendo. —Mi padre se alejó y Mónica se quedó conmigo y con Jos. Él me puso su mano en mi hombro y despues me dijo que iría con los chicos, yo asentí y se retiró.

—Creí que no querías volver a ver a Jos. —Me dijo Mónica, su voz no traía con ella fastidio, sino confusión.

—Alonso les avisó, es por eso que todos estan aquí,  yo no le pedí que viniera. —Dije seca y no negué ni tampoco acepté lo que la novia de mi padre sabía.

—Marley, yo creo que deberías darle una oportunidad,  se ve que es un gran chico. Se que no me pediste mi opinión, pero quiero ayudar, quiero que estés bien.

—No, no. Esta bien, se que así es. Es solo que, no puedo esperar mucho de él, supongo que yo pongo en riesgo su carrera. —Agaché la cabeza y Mónica me tomó de la barbilla para que la mirara.

—Él te quiere, si está dispuesto a luchar por tu amor es que no todo su mundo es su carrera, estoy segura que tú eres un mundo para él, lo sé por la forma en la que te mira. —Me sonrió y yo le sonreí de vuelta, no es taaan bruja como creía.

(....)

—Yo veo, algo triangular que es de pan, con una bola roja encima... —Eran la 2:30 de la madrugada y aún no se despertaba Ramona de los efectos de la anestesia, los chicos seguían conmigo y estábamos jugando "veo, veo", la idea fue de Jos y los demás aceptamos, ya que no se nos ocurrió algo mejor.

—Freddy, es el mismo pastel de hace 10 minutos. —Dije estresada.

—No es mi culpa que tenga tanta hambre. —Todos lo miramos incrédulos.

—Comiste una bolsa de papas, una torta, una rebanda de ese pastel y como un kilo de gomitas. ¿Cómo puedes tener hambre? —Le preguntó mi padre algo  confundido y el resto hicimos cara de asco y reímos. Freddy lo miró indignado y dejó caer su cabeza en la mesa.

Enamorado de una fan. ||Jos Canela||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora