𝐐𝐮𝐞𝐛𝐫𝐚𝐝𝐚𝐬 | 𝐇𝐚𝐧𝐣𝐢 𝐙𝐨𝐞 & 𝐭𝐮

08

Las palabras de Mikasa fueron claras y precisas. Hanji en verdad no batalló para comprenderla, a la vez que Mikasa la llevó a la habitación para hablar.

Todo tan simple como un "Dile a ____ que te gusta".

Hanji en verdad no obedecería a eso. Estaba tan insegura. _____ jamás ideó en su cabeza la minúscula posibilidad de que fuese ella su amor secreto, y eso es algo que la lastima un poco, porque le refleja que en verdad ella no la consideraría ni en lo más mínimo.

-No existe posibilidad... ¿Cómo podría?... -Hanji murmuró para sí misma. Estaba recostada en su cama, mirando hacia el techo. Hace un momento que Mikasa había dejado la habitación y la había dejado allí, pensando en su mierda.

No deseaba que nadie supiera nada, porque estaba segura de que pronto comenzarían a presionarla o a insistirle que se animara a confesarse. Que estúpido, pensó Hanji. Le molestaba porque ahora Mikasa en verdad sabía de su secreto, y porque muy en el fondo sabía también que era demasiado cobarde como para tomar la iniciativa sola, y necesitaba ese instintivo. Pero no, simplemente no podía hacer lo que Mikasa le dijo, no así de fácil.

Hanji escuchó por el pasillo cómo todo en la sala comenzaban a moverse y el sonido de la televisión era callado. Sonaba a que se estaban marchando. Escuchó la puerta abrirse.

-Ya nos vamos, ____ viene con nosotros. - Mikasa fue quien asomó la cabeza para verla de la misma forma en la que la había dejado, abatida. -La fiesta es el sábado, Hanji... Es cuando o nunca.

Mikasa sonrió aunque Hanji no la miró. La mayor no pudo evitar sentirse decepcionada de que ____ ya quisiera marcharse.

Cuando Hanji dejó de escuchar ruido a su alrededor supo que ya se habían marchado. Sólo entonces fue cuando se dio cuenta de que volvió a respirar, soltando un suspiro pesado. No podía hacer lo que Mikasa le aconsejaba, era demasiado arriesgado, demasiado precipitado, y ella simplemente demasiado cobarde.

Mikasa le había dicho que durante la fiesta a la que asistirían el sábado, ella tendría que decirle a ____ toda la verdad. Mikasa había puesto de excusa que sólo quería ver a sus amigas felices y juntas lo serían, que ella se encargaría de apartar a ___ para llevarla con ella y cuando estuvieran solas, palabras textuales de Mikasa: se confesarán por fin su amor.

Hanji no sabía si Mikasa era estúpida o tenía mucha imaginación. Optó por la primera opción y se negó rotundamente.

Mikasa le preguntaba cuál era el problema; ella en verdad no miraba ninguno. Y es cierto, a simple vista no existía ningún problema con que ____ y Hanji estén juntas, pero para Hanji si había inconvenientes.

Todo se resumía a algo tan sencillo como que ella simplemente no soportaría que ____ llegara a rechazarla. Eso era algo que sencillamente le daba mucho miedo, y de tan sólo imaginarlo, deseaba desparecer. Su vida sin ____ no estaría bien.

Si bien una de las posibilidades después de un potencial rechazo por parte de ___ era que podrían seguir siendo amigas y fingir que nada pasó, así como Annie y ____ lo hacen, Hanji no podría soportarlo, porque perdería demasiada confianza, perdería demasiado de ____, y no quería que eso pasara

Por eso las cosas están bien como son. Hanji ha pasado mucho tiempo así, sin ser vista, sin que la descubran, sin demostrar, sola y sin que nadie se entere, y ahora llega Mikasa a pretender ser cupido y arrojarla a la latente posibilidad de perder a ____, como si no fuera lo suficientemente triste el saber ya que ____ está enamorada de alguien más.

Pero también estaba la latente posibilidad de ganarla. Por más pequeña que la sintiera, estaba ahí. No presente pero sí existente, y Mikasa se estaba basando en eso para su actuar.