Verdadero potencial.

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Las semanas pasaban rápidamente, Theo entrenaba sus habilidades físicas, si bien aún no podía usar sus dones por lo menos se preparaba físicamente para ese momento, sin embargo eso no significa que sea un estorbo, en más de una ocasión tomó a Zeus de saco de boxeo para "entrenar"

Ahora Theo, Rea y Zeus estaban mirando un mapa, hace unos días este cambió, una gran X señalaba un lugar... El Palacio de Crono.

Zeus: ¿Qué significa eso?

Theo: No lo sé... Mi padre una vez me contó que estos mapas detallan tesoros invaluables o herramientas poderosas. Parece que lo que sea que nos espera allá puede sernos útil para las luchas venideras.

Rea: ¿Sugieres algo Theo?

Theo: Ir allá y reclamar ese tesoro.

Zeus: ¿Olvidas acaso que ese es el castillo de Crono? Si nos ven ahí acabarán con nosotros -dijo enojado, sinceramente no tiene deseos de ser devorado-

Theo: Cierto, si ustedes van los asesinarán. Por eso iré yo solo.

Rea: ¡¿Qué?! ¡Eso si que no! ¡Ni pienses que voy a consentir esto!

Theo: ¿Y si allá se encuentra algo que incline la balanza a nuestro favor? Dijiste que la profecía de Urano señalaba a Zeus como el vencedor. Tía, la clave de la victoria puede ser esto.

Rea: ¡No! ¡Y es mi última palabra! -dijo enojada y ambos jovenes estaban en silencio-

Theo quedó en silencio, sabía que discutir con su madrina era asunto perdido. Debía ser paciente para mover sus fichas.

La noche finalmente había caído, Theo caminaba fuera de la cueva, analizó a sus nuevos conocidos y sabía que Rea no podía quedarse toda la noche despierta, su suposición era correcta, ni bien tocó tierra vió a Rea dormida, comenzó a caminar hasta La Capital, donde se hallaba el castillo del Titán Loco.

Tardó más de lo que pensaba, pero finalmente estaba allí, con una túnica con capucha puesta comenzó a caminar por el poblado cercano.

Theo: "Tal es tu arrogancia que no puedes apostar ni siquiera unos guardias. Puedo aprovechar eso" -pensó y sumiéndose en las sombras consiguió meterse por una rejillas, el castillo era inmenso y todo era tan grande que parecía un insecto colandose por una rejilla.

Al entrar quitó otra tapa y subió a una especie de sala, en ella habían muchos recipientes, algunos estaban sellados en su totalidad, otros desprendían esencia divina, y otros parecían vacios.

Theo: ¿Qué es esto? -se preguntó para si mismo-

Divisó otro recipiente pero este era totalmente transparente, una bruma negra como la noche daba pequeños tumbos en el contenedor, Theo miró hacia arriba y observó que estaba sellado más de la cuenta.

Theo: Bien ¿Ahora yo como subo hasta allá? -se preguntó pero sintió una mano en su hombro, por inercia se volteó y le propinó un puñetazo al que estaba a su lado-

Zeus: Ay ay ay ay ay ay -se agarraba su cara por el dolor del golpe- ¡¿Oye qué te pasa?!

Theo: ¡¿A ti qué te pasa?! ¡Apareces de la maldita nada! -gritó pero escuchó pasos- Mierda, hay que esconderse.

Zeus: ¡¿Pero a dónde?!

Theo: ¡Por ahí! -ayudó a Zeus a levantarse y ambos corrieron detras de dos contenedores dorados a esconderse- Bien, si nos quedamos en silencio saldremos de esta.

Zeus: ¿Pudiste encontrar ese tesoro?

Theo: Que momento más indicado para preguntar eso amigo -dijo sarcástico- Pero no, apenas llegué... ¿A todo esto? ¿Qué haces tu aquí?

Zeus: No quería que tuvieras esa arma para ti solo -dijo algo enojado por la situación actual-

Theo: Shhhh, ahí vienen -susurró y se asomó a ver un poco-

La puerta de la sala se abrió revelando a nada más y nada menos que Crono, el Titán Loco y padre de Zeus. El gigante examinaba varios contenedores, los analizaba detenidamente hasta que llegó al recipiente cristalizado.

Escuchó algo caerse, se volteó y ahí los vió, su furia estalló y ambos jovenes debieron esquivar una ráfaga de poder de Crono.

Crono: Vaya vaya vaya, mi hijo, y el vástago de Igneel.

Theo: ¡Corre! -gritó y Zeus asintió-

Ambos corrían por los pasillos pero escuchaban los pasos de Crono, giraron en una dirección y vieron consternados que estaban en la sala del trono. Theo vió con horror a su padre Igneel, atado a una columna, estaba muerto, descuartizado.

Theo: -cayó de rodillas y sus ojos quedaron vacios, observando como quedó su padre-

Zeus: ¡Theo! ¡Theo hay que irnos! -movía a su compañero para hacer que reaccione pero nada-

Crono: ¡Los encontré! -gritó entrando a la sala- Este es vuestro final, no permitiré que ustedes usurpen mi trono.

Crono no notó como la mirada de Theo estaba ensombrecida, aquella esencia oscura del recipiente comenzaba a moverse con más violencia de la usual.

Theo: ¿Tu trono dices? -preguntó seriamente levantándose- ¿El trono que le usurpaste a Uranos? -sus puños comenzaron a rodearse de energía- ¡¿Te refieres a ese trono?!

Theo por impulso se movió rápidamente y para sorpresa de Zeus e incluso de Crono, le propinó un fuerte puñetazo que lo mandó a atravesar varias paredes y romper aquel contenedor. La bruma oscura viajó por el aire rápidamente y se fusionó con Theo, el dolor era inconmensurable pero pudo soportarlo, quedó arrodillado por unos segundos hasta que... Todo se ordenó en su sitio. El pelinegro se levantó sintiendo que renació de sus propias cenizas.

Zeus: Vaya ¿Qué te pasó? -preguntó asombrado sentía como despedía más poder-

Theo: -miro su mano izquierda que despedía poder oscuro- Creo que he despertado mi verdadero potencial.

Un estruendo se escuchó, Crono comenzó a incorporarse y vió a su hijo junto con Theo, divisó como su semblante era serio, frío, malvado. Sus peores temores se confirmaron, consiguió el poder de un Guerrero Oscuro. Se rodeó de su propio poder para atacar, no se iba a confiar esta vez.

Theo: Zeus. Antes no lo sentía, pero tus hermanos siguen con vida, en su estómago.

Zeus: ¿Cómo los sacamos?

Theo: El viene furioso, no nos dará lo ocasión y además no estás preparado para acabarlo. Tienes que irte.

Zeus: ¡¿Cómo?! ¡No voy a dejarte aquí!

Theo: Con algo de suerte me perseguirá a mi. Entrena y prepárate, porque cuando nos veamos de nuevo debemos pelear.

Zeus: Mierda... Está bien, pero prepárate para recibir el castigo de mi madre.

Theo: Dile que nos volveremos a ver. Vete.

Zeus hizo lo acatado y comenzó a correr lejos del castillo, Crono llegó junto a Theo y a pesar de las diferencias de altura el pelinegro no se mostraba para nada intimidado.

Crono: Debo admitir que ese golpe si me dolió. Si eres hijo de Igneel.

Theo: Me comentó que siempre pateaba tu flacido trasero -dijo con una sonrisa burlona-

Crono: ¡Insolente! -creció hasta su forma titánica y sin reparo lo devoró entero- He he he he. Fue fácil.

Crono no era consciente del lio en el que se metió.

Continuará...

El descendiente del Titán y los Dioses Griegos (Saga 0)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora