— Los tulipanes en sima de la estantería... Las rosas de Alejandría están en el vivero con los girasoles... — hablo sin detener su mirada de las hojas que estaba revisando.
Los días en la florería más reconocida del país, eran cada vez más agotadores y cansino no había semana en el mes que no llegarán empresas y personas a escoger ramos y pedidos para sus eventos.
Febrero había llegado y con ello el mes más movido para Seokjin, las bodas se realizaban con más frecuencia y los cumpleaños no pasaban desapercibido, además del festival de la primavera y los detalles amorosos entre parejas.
Parecía que los días no tenían horas y para cuando quería agendar más pedidos la noche había caído y el cansancio de él y sus empleados era notable, los ramos y pedidos salían cada vez más rápido, las flores importadas y algunas exquisitamente seleccionadas salían de su propio vivero.
Sus contactos extranjeros pedían días en específico para el transporte de sus flores, llegaban primero a su residencia dónde tenía un vivero propio para el alojó de estás, si no se podían mantener en una de sus sucursales, terminaban el trato en ese espacio que Seokjin llamo "Rosas" claro estaba el porqué.
El día era agotador y solo esperaba unas horas más para que su amado esposo lo recoja en el centro de Seúl dónde se ubicaba su sede principal.
Pero ese día no iba a ser igual, su esposo estaba en un viaje de negocios, así que no había mimos para el ese día.
Terminaba de cerrar y hacer unas cuantas llamadas para que sus sucursales también lo hagan, especificando que el siguiente día tendrían libre ya que era domingo y no Seokjin no abría los domingos ni, aunque le dieran cien mil muffins de miel para hacerle ese favor a algún cliente.
Caminaba tranquilo en la acera junto al parqueadero de automóviles, el ambiente era pesado y las pocas luces que alumbraban estaban a punto de apagarse y el inicio de una tormenta se dejaba ver.
–"Deberían arreglar esas luces" –susurro al viento, sintiendo la lluvia caer en su saco.
No le tomo importancia y siguió su camino hacia su automóvil, salió de ahí prendiendo la calefacción y asegurando las puertas.
Sin darse cuenta del pequeño bulto cálido que se alojaba en la parte del copiloto en la oscuridad total de su Aston Martin Vantage color negro.
Las calles ya se encontraban inundadas, era normal ver con cuanta rapidez la lluvia se apoderaba de las pistas y veredas espantando a las personas a ingresar a alguna tienda o re pensar de como pasarían su noche.
–"Sería bueno un café pasado" –dijo, pudiendo degustar el sabor amargo y el toque acido de un buen café.
Estacionó dentro de su hogar cerrando la cochera y dejando abierto la pequeña ventana que daba hacía el vivero de afuera.
Cuando Seokjin llegaba a su casa podía recordar de como dos jóvenes locos planificaban cómo iba a ser vivir juntos, habían huido, pero no les importaba, no cuando se tenían uno para el otro.
Ingreso agotado y el silencio lo recibió como si fuera el único que lo quería.
—"¿Desde cuándo esto es tan vacío?"—Suspiró sonora mente cansado, se paseó por toda la extensión buscando algo que no sabía ni el mismo.
"¿Estaré loco?"
"Creo que la construimos muy grande"
"Los ventanales son preciosos". – "¿Desde cuándo son tan altos?"
"¿Por qué tenemos tres cuartos vacíos?" – "¿Qué iban a ser?"
"Lo olvidó completamente."
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♡ Inefable ♡ NamJin
General FictionKim Namjon y Kim Seokjin son nuevos padres, cada miembro de su numerosa familia llega de manera peculiar y con el pasar del tiempo logran solidificar su amor por sus hijos. ¿Podrán mantenerlo por mucho tiempo? Cuando la vida te ha golpeado tan duro...