Si nos dejan

347 53 77
                                    

PoV José Luis.

-¿Luis?- hacia años que no escuchaba su voz. Lentamente me di vuelta hasta poder ver de quien se trataba.

-¡Manuel, hermano! que bueno verte por aquí- me voy acercando a él mientras Altagracia aún se mantiene en la escalera.

-Que bueno verte- me observa de pies a cabeza- mira nada más, todo un hombre Bro- de repente lo veo observando hacia donde estaba mi chica y no es capaz de respetar que yo estaba parado ahí- ¿No me vas a presentar a esa preciosidad?- pasa de mi y se coloca al inicio de la escalera.

-Manuel- me paro tras él- ella es mi novia, Altagracia- le extiendo la mano a mi ojiverde y ella me mira con duda pero al final la toma- estará con nosotros un par de días- ella coloca sus manos alrededor de mi cintura, como si de esa forma mi hermano pensara en dejar de mirarla.

-Hola- saludó tímidamente- un gusto conocerte- extiende la mano.

-El gusto es mío chulada- se apresura y toma la mano de ella para darle un beso. Altagracia automáticamente la retira y la vuelve a posar sobre mi abdomen- ¿Ya cenaron?- indaga- porque estaría súper padre que fuéramos de antro.

-Si, recién terminamos de cenar, estábamos por ir a dormir. La verdad fue un día algo agitado para ambos y debemos descansar.

-Vamos Luis, no seas tan chafa, además que sabes si la chulada de tu novia quiere ir- vuelve su vista a ella- estaría muy bueno tomarnos unos tequilas, disfrutar de unas cuantas rolas- suspira- la vida en Italia no es lo mismo. No te voy a negar que las mujeres son una delicia, pero las de aquí son lo mejor- mientras termina la frase pasa la lengua por su labio inferior y se muerde el labio y puedo sentir a Altagracia tensarse- ándale Lulis, no seas aguafiestas.

-Manuel, no me vuelvas a decir así- este canijo se está pasando de la raya y recién llega-ya te dije que estamos cansados y es mi última palabra.

-Muñeca, convence al cascarrabias de mi hermanito, a poco que ¿No te gustaría bailar conmigo?.

-Pequeña espérame en la habitación- esto se va a ir de las manos y lo voy a detener ahorita mismo- ve a ducharte que enseguida subo- la tomo lentamente del rostro y le deposito un beso en la frente. Me separo de ella maldiciendo por dentro a mi hermano que acababa de romper nuestra burbuja- Manuel, ven, vamos a charlar al despacho.

-Adiós chulada, duerme bien- Altagracia sube rapidamente las escaleras mientras mi hermano no le quita los ojos de encima.

Caminamos los dos en completo silencio. Manuel venía detrás de mí, podría decir que ha venido por una sola cosa, dinero. Después de la última pelea que tuvo con papá no he vuelto a verlo; más de cinco años. 

Mi medio hermano es una persona completamente diferente a mi. Sus ambiciones por la fortuna de la familia, lo han llevado a convertirse en un ser arrogante, mujeriego y podría decir que el alcohol es uno de sus pasatiempos favoritos. Si bien nuestro padre siempre lo apoyó en sus locuras, complaciendolo con sus gustos extravagantes y su capricho de ir a vivir al exterior para poner una sucursal de la constructora, no han hecho más que traer pérdidas y más pérdidas.

Entramos al despacho y automáticamente se abalanza a la mesa donde mi padre tiene un colección de whiskys carisimos e importados. Si José Manuel lo ve, estaría pegando el grito en el cielo. Perdona papá, pensaba y me reprendía mientras tomaba asiento en la butaca:

-Mi Lulis, te estás volviendo un viejo cascarrabias igual que nuestro padre- dice mientras se aproxima a la otra butaca con un vaso de whisky en la mano- Creo que doña Guadalupe lo va a dejar prontito- ríe mientras toma asiento- tu mamá se va a volver loca con ustedes dos.

Stay aliveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora