18. Quiero aterrizar en tu corazón - Mewgulf - Terminada

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Comandante y tripulación tuvieron dos días de descanso antes de volver a tener otro vuelo transoceánico.

Gulf los dedicó a descansar, a tocar la guitarra y a su otra pasión que era ver películas de terror con gran bol palomitas y con el brazo de Mild como escudo, para así poder esconderse de las escenas más fuertes.

Ellos se conocían desde el Instituto y entonces se hicieron muy buenos amigos.

El más bajo estaba medio saliendo con un chico de su trabajo que lo traía loco pero era una relación complicada.

Pak era un modelo muy atractivo y no siempre podían verse pues éste estaba atrapado en un matrimonio concertado.

El chico era de raíces árabes y cuando se conocieron ya éste estaba con Shana, una chica dulce y servicial a la que sus padres entregaron a su familia.

...—¡Corre Mil que ya empieza!.

—¡Oye Gulf, espérate que aún les falta un minuto a las palomitas!—gritó el su amigo desde la cocina.

—Apúrate hombre que estoy deseando verla....En el videoclub de abajo me han dicho que es buenísima.

—¿Cómo se titula?, No me lo has dicho—dijo el más bajo llegando con el bol de las palomitas y unas cervezas.

—«No respires», ya solo el título es escalofriante, ¿a que sí?— rió el moreno.

Mild chasqueó la lengua mientras se sentaba.

—Buah, siempre dices lo mismo y luego no es para tanto.

Cuando llevaban un rato de la película, el móvil del moreno sonó, asustándolo.

—¡AAAAYYY...Puto móvil!... ¡joder que susto!, para la peli anda Mild.

Este miró la pantalla pero era un número desconocido, así que no lo cogió y volvieron a la película pero segundos después, el móvil volvió a sonar.

"Número desconocido".

Este entonces lo puso en modo silencio pues nunca contestaba a esas llamadas, tan solo lo hacía de la gente que tenía identificada, ya le había pasado en otras ocasiones y acababan siendo bromistas o pesados intentando venderle algo e incluso algún acosador que había dado con su número.

Al terminar la película volvió a coger el móvil y tenía cinco llamadas perdidas más pero no les hizo caso, entonces las borró y se olvidó.

...—Bueno, ¿Vas a contarme de una vez que tienes pensado hacer?—dijo de repente su amigo apagando la tele y encendiendo la luz.

—¿Por qué crees que he pensado algo?, Mew no quiere nada conmigo, me lo ha dejado muy claro.

—Te conozco y aunque quieres disimular, sé que estás dándole vueltas, ¿No estarás pensando en darle celos o en perseguirlo hasta que te ponga una orden de alejamiento?.

El moreno frunció el ceño.

—Hey, nunca me han puesto una orden de alejamiento

—No bueno, aún no pero si dices que el tipo te gusta tanto, eso es lo que pasará.

El moreno suspiró resignado.

—Joder, es que el tío esta rematadamente bueno pero el gilipollas lo sabe y por eso se comporta tan engreído, me provoca humillarlo y hacerle pagar.

—¿¡Que qué!?.

—Eso...lo que oíste.

—Oye, no lo conoces y no sabes de su vida... no sé, quizás es casado, mira mi situación.

—No, no lo creo...lo escuché hablar con el idiota del copiloto, que por cierto babea por mi como perro en celo...no, como hablaba, no creo que esté casado ni que tenga pareja estable.

—Olvídate de él, amigo...si no quiere nada, no puedes hacer nada, solo conseguirás sufrir y que te acaben echando.

Gulf suspiró nuevamente.

—Joder, es que está tan bueno, tiene unos ojos preciosos y su cuerpo, wow...es para morirse....Mild, cuando lo vi pensé que me iba a dar un ataque, me quedé sin aire, es totalmente la clase de hombre que me atrae y aún por encima folla increíble.

—Ya pero no quiere relaciones, solo sexo, es un gilipollas, tu lo dijiste.

—Si lo sé, solo fui sexo, un polvo de una noche y ya, por lo visto no se compromete con nadie.

—Gulf, amigo, tú te entregas mucho y siempre esperas un anillo en tu dedo, eres un romántico empedernido y la vida no es una telenovela— habló Mild levantándose del sofá para llevar el bol y las latas vacías a la cocina.

—No, un anillo no me esperaba de Mew—habló entristecido el auxiliar—...pero al menos, si que me hablase y no me tratase como una pared.

—Vale eso si que lo entiendo, no es normal pero ¿Él no te ha dicho por qué lo hace?.

—Pues me dijo algo como que su trabajo era lo más importante, que no creía en el amor y que solo fui un polvo, ah y que no se me ocurriera enamorarme de él... ¡valiente gilipollas egocéntrico!—maldijo el moreno siguiendo a este.

Mild se quedó perplejo.

—Vaya, menuda joyita el tipo ese, bueno al menos te ha puesto las cosas claras ahora y no se ha aprovechará más de ti.

Gulf negó con la cabeza.

—No, no volveré a caer con él.

Su amigo resopló.

—¿Estás seguro?, ¿Estas seguro que te vas ha controlar y no beberás de nuevo hasta terminar en su cama?.

—No, no lo haré...bueno, lo intentaré.