Mew Suppasit, es piloto en una de las compañías aéreas más importantes de la cuidad de Bangkok. A pesar de que es terriblemente atractivo y tiene mucho éxito, ama su soltería pues para él su trabajo es lo más primordial en su vida, aunque esa manera...
Mew estaba muy molesto, no sabía muy bien el porqué pero jamás se había comido así la cabeza por un polvo.
Desde que había visto a Gulf subirse al coche con un hombre y luego los vio besarse, algo en su interior se reveló.
Cuando los había perdido de vista, este había subido rápidamente a su coche e iba a irse pero no pudo hacerlo, por el contrario volvió a apagar el coche y luego entró en la terminal.
Este había subido furioso las escaleras hasta las oficinas y allí había buscado a su amigo Long, el cual trabajaba en el departamento de contabilidad.
-Hey, ¿qué haces aquí?, Tienes dos días de descanso.
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-Lo sé amigo pero necesito un favor-dijo este sentándose y bajando la cabeza.
-¿Qué pasa?, ¿no te habrás metido en un lío?.
-No, no es eso, emm...es solo que ha empezado un nuevo auxiliar en mi cuadrilla y viene de otra compañía quier...
-Y le has echado el ojo ¿no es así?.-preguntó este riéndose.
-No, no, sólo quiero ver su expediente, necesito saber con quién puedo contar- mintió.
-Pero me pones en un apuro, si me cogen dejándote verlo, es arriesgado.
-Si lo sé pero es importante... No pasará nada, venga amigo, por favor—suplicó.
Long resopló, entonces se levantó y abrió el cajón para coger una llave.
-Espera aquí ahora lo traigo.... Dime como es el nombre.
-Kanawut, Gulf Kanawut.
Este se fue y Mew soltó un resoplido.
-¿Qué demonios estás haciendo?-se dijo a sí mismo moviendo sus manos nervioso en la mesa de su amigo.
El contable volvió tras unos minutos con el ansiado expediente en la mano.
-He tenido que mentir diciendo que era para comprobar unos datos por su nómina, así que date prisa-dijo pasándoselo.
-Gracias amigo-dijo el comandante abriéndolo rápidamente.
Este leyó los datos personales y buscó su teléfono y su dirección.
-Pásame un papel y un bolígrafo.
-Estás loco—susurró Long molesto—... echarle un vistazo es una cosa, coger sus datos es otra... se me puede caer el pelo.
-Por favor, amigo, haré lo que quieras.
-¿Lo que quiera?.
Mew asintió desesperado.
-Quiero que me dejes tu deportivo un mes- Habló Long sujetando un papel y un bolígrafo.
-¿Un mes?, Estás mal de la cabeza -susurró el comandante asombrado.
El contable asintió con una sonrisa de oreja a oreja.
—Un mes o nada.
Mew finalmente accedió.
-Está bien-dijo de mala gana—… te dejaré a mi niño un mes.
Long sonrió victorioso y le pasó el papel y el bolígrafo para apuntar los datos.
-Gracias amigo, eres el mejor -dijo Mew guardándose el papel en el bolsillo.
-Cuéntame, ¿qué pasa?, no me creo nada, ¿te gusta no?, ¿quieres follartelo?.
El comandante rió y abrió la puerta.
-Chao Long, nos vemos.
Mew subió a su coche y furioso golpeó el volante, no podía creer lo que acababa de hacer, estaba perdiendo la cabeza por un tipo que ni conocía.
Llegó a su lujoso ático, poco después, entonces puso música y se sirvió una copa de whisky mientras caminó y se tumbó en el sofá mirando al papel fijamente.
-Gulf Kanawut ¿qué es lo que me estás haciendo?—se dijo—... ¿Por qué siento que debo tenerte de nuevo entre mis brazos?.
Aún no tenía decidido que hacer con aquella información pero se sentía tranquilo poseyéndola, no estaba seguro si llamar o ir a su encuentro, ni tampoco sabía si el moreno y el tipo del coche eran algo pero el solo pensar que podían estar follando lo quemaba por dentro.
Al final, se había quedado dormido y se despertó a la mañana siguiente en su sofá, con una resaca horrible pues poco a poco se había bebido toda la botella de whisky y ni se había dado cuenta.
No se acordaba de nada, entonces se incorporó y buscó su móvil pero no lo vio por ningún lado, hasta que se levantó y lo encontró hecho pedazos en el suelo.
De repente se acordó de que había estado llamándolo y como éste no le había contestado, furioso lo había lanzado y estrellado contra el suelo.
Se hizo un café cargado e intentó recolocar el móvil pero finalmente no lo consiguió, tenía que comprarse otro.
-Genial Mew, 40.000 baths tirados a la basura.-Se regañó.
En la tarde se compró otro y recuperó su línea y sus datos, entonces rápidamente miró si tenía alguna llamada o mensaje del auxiliar pero no era así, no quería reconocerlo pero en el fondo estaba un poco desilusionado.
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