Capítulo 10

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Había dormido bien dentro de todo. Las pesadillas solo lo habían atormentado los últimos minutos del sueño pero, afortunadamente, los rayos del sol que entraron por la ventana lo despertaron. Tenía la piel de gallina bañada por una transpiración helada. Trató de sentarse pero no llegó a más que apoyarse sobre sus codos pues un brazo lo sostenía de la cintura. 

Observó a John plácidamente dormido, como si nunca hubiera sido torturado sin piedad y poseído unos días antes. Se sacó la mano de encima. Tenía que ver a Jeno, y al chico por el que lo había dejado sacrificarse, como un cobarde; suspiró. Poco era decir que estaba decepcionado de sí mismo, pero, Jeno también parecía a gusto compartiendo una cama con Jaemin y Renjun, los cuales usaban su brazo como almohada. Y por supuesto, se refería solamente a su largo brazo izquierdo. Nadie podría acostarse en lo que quedaba del derecho. Por otro lado, Jisung mantenía sus delicados párpados cerrados y una respiración estable. 

Algo rozó sus pantorrillas desnudas. Miró al suelo, el gato negro de Jaemin pasaba entre sus tobillos. 

—¿Qué nombre raro tenías tú? 

—Salem— respondió el gato.

—Ah pues un gusto– ¿Me acabas de contestar?

—Sí, puede ser. O te estás volviendo loco. Probable, también. 

—Voy a hacer de cuenta que no te vi. Permiso. 

Mark se encerró en el baño, dejando a Salem solo en la sala con el corazón encogido. Maulló un sollozo, largo y susurrante, despertando a John en el proceso.

—Mark no me quiere— le dijo Salem.

John se estiró en el incómodo piso y estiró sus brazos hacia el gato quien se acurrucó entre ellos.

—Él no te conoce, ni yo lo conozco. Y apenas te conozco a ti.

—Pero fuiste tan amable, él también podría intentar la amabilidad de vez en cuando— John sonrió de lado.

—¿Tienes hambre? Te daré algo de comer.

—Oh, sí. Mis croquetas de pescado. Si me preparas un huevo hervido estaría genial. Y guarda la cáscara, Lord Jaemin las usa para sus hechizos. 

John se levantó con el gato de bufanda. Enjuagó su rostro en el grifo de la cocina para no apurar a Mark e hizo el desayuno para Salem, para él y para el recién nombrado, que aún no salía del baño.

—¿Por qué le dices Lord Jaemin? Creía que los gatos eran familia de las brujas, no sirvientes. 

—No soy su sirviente pero, Jaemin es mi amo y, distinto al resto de los gatos, respeto totalmente a mi dueño. Él dijo que no sería necesario pero, Lord era la única forma que yo encontraba correcta para llamarlo.

—Ya. ¿Y yo no soy Lord?

—No.

—Oh, okay.

Mark salió del baño demacrado. Tenía los ojos llorosos y la piel pálida y enrojecida en las mejillas, como si le hubiera dado una oleada de frío de golpe. Paso a su lado para llegar a la puerta y salió de la casa. 

—Deberías, ya sabes, ir a por él— le dijo Salem a John, bajándose de su cuello y tomando hábilmente la sartén con la cola. El hombre asintió.

Salió de la casa. Mark tenía las manos en los bolsillos traseros del pantalón de mezclilla, miraba fijamente al sol como si su vista fuera inmune a los rayos UV. 

John dio unos pasos hacia él y le cubrió la vista con ambas manos. 

—Adivina quién.

—Te voy a matar. 

Bu [johnmark] [norenmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora