Capítulo 19

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Jaemin palmea el montículo de tierra del cual salía una rosa recién plantada. 

—Salem las amaba. Decía que incluso la flor más bella tenía sus espinas. Así como todos tenemos nuestras espinas— ríe—. Le dije que no se dice espinas, sino aguijones. Él me ignoró porque era menos poético. Estúpido gato. 

La sonrisa del brujo tiembla. Se tapa el rostro con ambas manos y se sienta en el suelo. Renjun se arrodilla a su lado, le abraza por los hombros y besa su cabello en un intento de consolarlo.

Mark abre la biblia. Jaemin le pidió dar un discurso pero se siente incapaz de pronunciar las palabras mal traducidas por conveniencia de los europeos.

—Estuve tanto tiempo metido en lo occidental que he olvidado las costumbres coreanas— dice—. Oraré para que nuestros ancestros te guíen en el más allá. Y vuelve pronto, aún necesito de un psicólogo. ¿Sabes?— carraspea—. El punto es…es...— Johnny le toma la mano. Mark lo mira—, el punto es que me has ayudado como no te das una idea. Me hiciste mirar hacia adelante y no hacia abajo. No volveré a mirar hacia abajo— vuelve a toser para aclarar su voz y esta vez mira a la tumba—. Perdón, hago todo sobre mí. Es que soy Leo— eso hace reír a Jaemin—. Te vamos a extrañar mucho, Salem.

Todos los niños sobrevivieron. Algunos a duras penas, otros se recuperaron casi al instante. Jisung no salía del lado de Chenle. Resultó que sí se había proyectado en alma hacia ellos pues lo habían dejado en tal estado de delirio, tan cercano a su final, que no distinguía entre el plano físico y el plano espiritual. Y el collar que le regaló a Jisung lo creó en el plano astral. Toda esta aventura es una historia que no tenía la intención de revivir. Le gustaba estar completamente vivo, con Jisung. Con él valía la pena.

Jeno mejoró. La hoja del cuchillo no perforó ninguna arteria vital. Le dieron de alta en una semana.

Ahora que Jeno está en casa, Jaemin se siente lo suficientemente tranquilo como para realizarle la hipnosis a Johnny. 

—Recuestate en la cama. Bien. Cierra los ojos, respira profundo. Vas a inhalar y vas a aguantar cuatro segundos antes de exhalar, y viceversa. Excelente. 

Relaja su mente y cuerpo con los ejercicios de respiración. Lugo utiliza la tonada más suave que puede producir para guiarlo entre sus recuerdos olvidados. 



John arranca el automóvil y acelera contra el que conduce su amigo. 

—¡Cuidado!— grita Wendy, toma el volante y gira hacia la izquierda. 

Una niña se había puesto entre medio de ellos. Una niña de aspecto fantasmal, tenía un vestidito blanco y le faltaban los zapatos. 

Despierta en la camilla del hospital, solo. Su madre lee las noticias del periódico local. La primera plana es una foto de un 'accidente de tránsito'. Cierra el periódico, se cruza de piernas y lo mira. Johnny parpadea un par de veces antes de recuperar de visión al cien. Sus ojos caen en el estómago de su madre el cual era prominente como nunca antes.

—Hice algo malo Johnny— dice ella, acariciando su barriga—. Le fui infiel a tu padre con la única persona que no debería— pone la mano en la frente de su hijo—. Si yo desaparezco, quiero que encuentres a tu hermano y lo cuides. 

Mamá desapareció esa misma noche. Fue su padre quien lo visitó a eso de la madrugada, sin permiso del personal de enfermería, y no dirigió ni una sola palabra hacia él.

—¿Papá? 

El hombre puso una mano en su cuello y empezó a hablar en otro idioma. Era un cántico. Sintió que algo se le deslizaba desde la garganta hasta el corazón, como una serpiente, pero no vio nada. Su vista se nubló y despertó en la carpa con su uniforme militar. 



Bu [johnmark] [norenmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora