Bu [johnmark] [norenmin]

Capítulo 15

La dieta vegetariana de la pareja poliamorosa comenzaba hoy a manos de Jeno. Porque después de ver cómo se calcinaba la carne de todas las malignas entidades humanoides de Seo's, la verdad que les apetecía una ensalada. 

Cortó con habilidad el morrón en pedazos chiquitos y lo agregó al bowl. En una hornalla de la cocina a su lado estaba fritando fideos. Una vez listo puso todo en el bowl y lo removió con especias. 

Exhaló una elegante bocanada de aire y se dirigió a la heladera para servirse un vaso de agua. Después de tanto tiempo, estaba feliz de encontrarse a salvo en un entorno pacifico. Bueno, relativamente pacífico. Mejor dicho, sin drama. Uf, sin más drama del necesario, sí.

El indiscutible sonido de los pasos de piés descalzos de Renjun llega hasta su oído. 

—¡Quítate la ropa!— grita. Jeno se sobresalta y le escupe el agua en la cara—. Rico— sonríe de lado. 

—Renjun, por el amor de Dios, no seas puerco— le regaña pero de todos modos busca una servilleta para limpiarlo.

Jaemin entra cargando un cúmulo de ropa entre sus manos.

—¿Injunnie te asustó?— dice entre risas—. Hoy es día de lavandería. 

—Ya veo...— susurró Jeno—. Si querías que me sacara la ropa para lavarla me lo podrías haber dicho de otra manera— le dio un golpecito en la frente a Renjun. 

El íncubo alzó una ceja.

—¿Lavar qué? 

Jeno suspiró.

—El almuerzo está listo. Voy a tomar un baño y cambiarme. 

—¿Me puedo bañar contigo?— le preguntó Renjun.

—No. 

Partió y dejó al demonio haciendo un puchero. Jaemin puso la ropa en el lavadero. Volvió con sus manos vacías y las usó para acariciarle la cabeza a Renjun. Después le dio un beso en sus castaños cabellos. 

—Dale tiempo. 

—Él no tuvo problema en acostarse contigo, y ni siquiera se conocen desde hace mucho. ¿Qué será? ¿Dos semanas, un mes?— fue hacia el bowl arrastrando los pies y se sirvió para él y para Jaemin. Dejó ambos platos en la mesa—. Ustedes los humanos son unos animales. Se rinden antes sus impulsos carnales a pesar de no haber esclarecido su situación sentimental— se sienta y apuñala los fideos. 

Jaemin vuelve a reír. Elige la silla a su lado.

—Nunca pensé que un demonio sexual cuestionara la moralidad de una manera tan... católica. ¿Qué? ¿Vas a acusarme de adulterio?

—Oh, mortal idiota. Nomás tengo que ir a la policía y decirles sobre tu conducta homosexual para que te encierren de por vida. 

El brujo bufó.

—Esta sociedad no vale nada. 

Comieron en silencio por unos minutos. El único ruido presente era el de la ducha y el de los pies mojados de Jeno sobre los azulejos.

—Injunnie.

—¿Mmh?

—¿Te acuerdas cuando hicimos la regresión? 

—¿La hipnosis para conectar con tu vida pasada? ¿Qué con eso?

Jaemin se encogió de hombros.

—Bueno. Tu sabes que nos vi a nosotros dos en el inicio del contrato. Pero eso no fue lo único.

—Dime ya. Deja de ser tan misterioso.