-XXXIII-

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Capítulo 33: Lo del Prólogo.

Izuku se encontraba de lo más incomodo en estos momento. Pues dos chicas no dejaban de verlo fijamente.

¿Y como no iban a verlo? Si a ambas las cogio hasta dejarlas fuera de combate. Además, según como se veían las cosas. Parece ser que ambas lo disfrutaron.

Por un lado estaba Uraraka Ochako. Una chica con problemas monetarios y de peso que hasta hace poco no entendía muy bien sus sentimientos por el peliverde. Bueno, hasta hace unos días atrás. En donde a ella le tocaba ser la pareja de estudio de Midoriya. Al principio todo inició bien.

Pero luego se puso mejor. No sólo perdió su virginidad con alguien especial si no que además estuvo toda la semana con su chico favorito.

Cosa que quería repetir las veces que sean necesarias.

Por otro lado estaba Himiko Toga. Una ex villana que ahora estudiaba en la más prestigiosa escuela de héroes de todo Japón. Pero eso a ella le importaba muy poco.

Estar en el mismo salón que su amado de toda la vida era lo mejor que le pudo haber pasado. Ella amaba a Izuku y lo amaba mucho más después del sexo salvaje que le dio hace unas horas.

—Aaaaa... —Suspiró la rubia. Mientras mantenía una expresión enamorada en su rostro y no dejaba de observar a su amado.

Empezó a recordar lo sucedido en la madrugada de hoy.

Hace unas horas.

Izuku recién se acababa de acostar para dormir aunque sea un poco. Pero no pasaron ni dos segundos cuando abrió sus ojos. Los tenía completamente en blanco y lo único que se veían en ellos eran una venas muy notorias.

Parecía fuera de sí.

Lentamente se levantó de la cama y salió de su habitación con rumbo a la habitación más cercana. En esta dormía plácidamente cierta rubia psicópata. La cuál había sufrido una pérdida hace poco pero eso no evitó que robará una tienda mientras venía de camino a casa. Además de que también asalto un par de transeúntes, le quitó la billetera a un tipo y le arrebató un globo a un niño de cinco años.

Y todo eso mientras se lamentaba por la muerte de su amigo Twice.

Aunque nada de eso lo traería de vuelta pues aún así lo hizo.

Pero eso no parecía importarle al chico peliverde que estaba de pie al lado de su cama. Este simplemente se hallaba inmóvil mientras estaba desnudo por completo.

Observaba a la bella durmiente cómo si tuviera hambre. De la nada empezó a acariciar su cabeza con suavidad. Esta parecía disfrutarlo incluso dibujo una sonrisa en su rostro.

—¡AAAHGGG! —Gritó ella de repente.

Él la había sujetado del cabello con mucha fuerza. Para después meter su miembro en su boca y clavarlo hasta el fondo de la garganta de la desconcertada chica rubia.

Toga tenía sus ojos llorosos y se hallaba completamente confundida. No sabía dónde estaba o que hacía. Era un momento muy confuso para la joven aspirante a heroína o villana o tal vez ambos.

A este punto de la historia era muy difícil saber que era la rubia o que quería ser. Pero algo si era seguro.

Estaba bien loca la pobre chica.

La situación en la que se encontraba era una que nunca se habría podido imaginar. Ni en sus sueños más locos o en sus fantasías más profundas se habría encontrado a su amado Midoriya Izuku desnudo sobre su cama, observándola con superioridad, sentado sobre su pecho y haciéndola tragar su enorme, largo y grueso miembro viril clavandolo hasta el fondo de su garganta.

Mi Chico Favorito. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora