Capítulo 13. Cena

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Observé atenta cada movimiento de Charles, recordando cada palabra que escribía sin ninguna equivocación, traté de entender los símbolos y códigos que escribía, pero iba más allá de mi capacidad. Me limité a observarlo. Tardó 1 hora y 34 minutos en restablecer el sistema. Rastreó a Georgina por su celular, le envié la ubicación a Luna para que se encargara de ella. Lo único que no logró hacer fue cambiar las contraseñas para ingresar al sistema, al parecer debía tener una autorización manual.

—Listo —cerró la laptop y me la entregó, me levanté de golpe— Cená con nosotros, te ves mal.

—Tu padre no es el mejor anfitrión de secuestros —respondí con ironía.

—Lo mismo digo del tuyo —respondió. Nos quedamos en un silencio incómodo mientras yo evitaba mirar sus piernas, después de un tiempo Charles se echó a reír y yo me uní a sus risas.

Mi única preocupación del momento era Georgina, el sistema estaba restablecido, podía volver a la normalidad. Debía deshacerme de la laptop, cambiar el sistema de seguridad y hacer que Georgina revisara de nuevo el sistema.

—Vení —dijo con una sonrisa.

—Vale —lo ayudé a empujar su silla de ruedas mientras él me daba las indicaciones. Kilian tenía razón, era agradable. Joder ¿Dónde estaban Ben y Kilian?

—Hasta acá noto tu preocupación —se burló Charles— Yo ya no juego sucio, mujer.

—Ya ¿Dónde...

—¡Dania! —Ben me toma por los hombros alarmado. Coloqué mi mano detrás de mi espalda tomando la empuñadura de mi pistola.

—¿Qué pasa?

—¿Moviste el auto de Shantal? —mi respiración volvió a la normalidad al ver que no era una situación de vida o muerte.

—Te dije que no jugaba sucio — repitió Charles empujando su silla de ruedas.

—No ¿Por? —respondí.

—¡Oh! ¡Me encanta verlas! —escuche la emoción en la voz de Charles.

Me asomo en la puerta del comedor para encontrarme con la grata sorpresa de Regina y Shantal.

—¿Me estás siguiendo? —pregunté a Shantal cuando posó su mirada en mí. Regina se agachó para abrazar a Charles, Ben se sentó en la mesa al lado de Kilian y Shantal se acerca a mí con el semblante serio.

—Al menos date una ducha, apestas a alcohol —dijo en voz baja. Su mirada era fría, para ser honesta me hizo replantear mi problema con el alcohol, tal vez debía prestarle más atención. Nah.

—¿Qué hacen ellos aquí? —preguntó Regina con desprecio.

—Mi casa de ahora en adelante es declarado territorio neutral, nada de trabajo o...—decía Charles.

—¿De qué hablas? —preguntó Ben— Aquí todos somos amigos.

—Já —dije para mí misma.

—Ya es hora de cenar —dijo Charles— Tomen asiento.

La mesa tenía puestos para 6 personas, Charles se acomodó en una esquina de la mesa y Regina en la otra, Ben y Kilian estaban sentados a un costado y no me quedaba más que sentarme al lado de Shantal. Estaba hambrienta. No tenía muchas fuerzas para permanecer de pie.

—Disfruten de esta maravillosa cena —dijo Charles, chasqueó los dedos y unas personas colocaron los platos frente a cada uno.

—¿Qué demonios haces con ella? —siguió preguntando Regina, su rostro estaba rojo. Debía estar enojada.

La Reina de DiamantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora