¿Qué hacer después de una confesión?

5. Pedir consejos

Tan pronto el recipiente cae en la mesa Izuku no puede evitar mirar el objeto con los ojos abiertos tratando de entender. Levanta la mirada para ver a Kacchan, él solo chasquea la lengua, gruñe y procede a dar media vuelta con las manos en los bolsillos y murmurando insultos en voz baja. Su mirada vuelve nuevamente al objeto rectangular sobre su mesa, no está seguro si es lo que cree que es, pero si es lo que está pensando entonces no sabe qué pensar.

—Deku, ¿qué...? —no le permite a Uraraka continuar con su pregunta. Se levanta repentinamente, toma el recipiente en sus manos y corre.

Necesita pensar, necesita un lugar para pensar, necesita estar solo para poder ponerse a murmurar y poder analizar con cuidado lo que acaba de pasar porque no hay forma posible en la que Kacchan, el Kacchan que él conoce, le haya preparado un almuerzo.

Después de correr durante varios segundos llega al pequeño bosque que rodea la UA, una vez está seguro de estar alejado de cualquier otro estudiante se detiene. Recarga su espalda contra el tronco de un árbol y se desliza hasta caer al suelo. Estando ahí comienza a observar cuidadosamente el envoltorio, es una tela con estampados temáticos de All Might, eso es lo primero que hace que su corazón se estruja, esto es demasiado.

Toma una respiración y desenvuelve el toupper, luego abre el recipiente para encontrarse con que, efectivamente, es un almuerzo —no es que pudiera ser otra cosa, pero aún le cuesta creer que Kacchan se dio a la tarea de prepararle un almuerzo—, sus manos tiemblan mientras sigue examinando la comida, una porción de arroz blanco, verduras, rollitos de jamón rellenos de queso y un par de salchichas cortadas de una forma que parecen simular pequeños pulpos.

«Se esforzó al hacerlo», no es como si Kacchan no se esforzara en ser el mejor en absolutamente todo lo que hace todo el tiempo, pero la sola idea de que Kacchan dedicó tiempo de su rutina diaria para prepararle algo de comer es abrumadora. No sabe ni siquiera qué hacer al respecto.

Rendido decide tomar el par de palillos que acompañan a la comida y dar un bocado.

—Está delicioso —comenta en voz alta. «Como todo lo que hace Kacchan» piensa enseguida. Termina la comida tranquilamente, es para él después de todo. Finalmente, cuando consigue el suficiente valor para regresar con sus compañeros se levanta del suelo, una pequeña nota cae de la tela con la que Kacchan envolvió el recipiente. Izuku la recoge con cuidado y la lee.

«No quiero que vuelvas a faltar a un entrenamiento a causa de una indigestión, maldito nerd»

Siente una opresión en el pecho, sus labios se aprietan en una línea curvada y sus mejillas se colorean de un rosa pálido. Esto es demasiado como para poder soportarlo. No puede manejarlo solo. Necesita ayuda.

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Izuku no consigue el valor para devolverle el recipiente vació a Kacchan, decide colocarlo sobre su mesa, en un momento en el que no está prestando atención. El resto del día apenas y se ven, cada uno está concentrado en sus propios asuntos y no es día de entrenamiento, así que es normal que no se encuentren, únicamente se ven en la cena y nuevamente cada uno se va a su habitación por su parte.

Sin embargo, los gestos amables no terminaron el día anterior. Por el contrario, parece que acaban de inicial, el viernes recibe otro almuerzo por parte de Kacchan, envuelto en la misma tela, durante el fin de semana no pasa nada en particular, pero el lunes nuevamente se ve sumergido en una ruleta de emociones y sentimientos contradictorios.

Son detalles mínimos, cosas diminutas que generalmente vienen acompañadas de gruñidos y un par de "Nerd de mierda" o "Estupido Deku", pero no son las palabras lo importante, si no las acciones. Prestarle un lápiz, darle consejos (disfrazados que quejas) sobre su estilo de pelea o señalar sus errores en las tareas son cosas demasiado simples pero tan significativas que hacen que tiemble cada vez que ocurren.