Notes ∆SKZ Bang Chan∆

Excursión

Me levanté temprano debido a la emoción de por fin salir de casa e ir a convivir un poco con la naturaleza. Me encantaba estar rodeada de todo eso, aunque, claro está que mis compañeros no la hacían la mejor de las experiencias debido a sus gritos incontrolables que me irritaban la mayor parte del tiempo. Aún así, es parte de la diversión.

Mamá alzó una ceja al verme y sólo me hizo ademán de que me sentara a tomar algo. Yo, como buena hija hambrienta, obedecí.

—Es raro que te levantes tan temprano, Anne —menciona sirviendo un poco de leche en mi taza preferida.

—Hoy es la excursión, ¿Recuerdas? Iremos al bosque todo el día —comenté con una sonrisa.

—Es cierto, lo había olvidado por completo —claro, era de esperarse, mamá siempre estaba ocupada con su trabajo, y además era despistada— ¿Necesitas que firme algo?

Negué con la cabeza y procedí a tomar la leche y comenzar a comer lo que había puesto en mi plato. No tardé demasiado y fui a cambiarme. También tenía que preparar unas cosas, porque puede que nos quedemos a acampar —al menos eso dijo el profesor— y pronto me fui a la parada de autobús.

🌕

—Anneeeeee —comentó Mika a mi lado— ¿Puedes hablar conmigo? Thomas no me responde y parece que estoy haciendo un monólogo.

Hace ya una hora que estábamos en el autobús de camino al bosque. Mika se sentó a mi lado —como siempre—, y Thomas se sentó delante de nosotras junto con un chico llamado Max. Durante todo el trayecto, ni Thomas ni yo habíamos hablado con Mika, porque ambos queríamos dormir y ella tenía energía de sobra.

—Habla con Max, así haces un nuevo amigo —digo acomodándome en mi asiento, preparada para dormir.

—No sé por qué soy amiga de ustedes dos, par de aburridos. Max —el mencionado brincó del susto, ya que le tenía un poco de miedo a Mika— hablemos de algo, ven y cambia de asiento con Anne, ¿Sí?

Para yo tener algo de tranquilidad, y también lograr que Mika se entretuviera con alguien, hice caso a su petición y cambié lugares con Max. El pobre tenía una cara de horror, como si hubiera sido sentenciado a muerte. Lo sentí un poco por él, pero era esto o evitar recomponer el sueño que no tuve esta mañana.

—Hey —saludé a Thomas, y él sólo hizo un gesto con la cabeza.

—¡Señorita Anne! Creí que había dejado bien en claro que no podían cambiar asientos durante el trayecto. ¿Acaso quiere problemas? —claro, el señor Eric no iba a faltar en buscar el mínimo detalle para molestar la vida de sus estudiantes.

—Lo siento profesor, creí que así estaríamos mejor. No volverá a pasar —una respuesta automática era lo necesario en estas situaciones.

Vi cómo se alejó murmurando algo que no alcancé a escuchar y que tampoco me interesaba. Ahora sólo quería dormir.

Pero por alguna razón, ahora no podía dormir. Miré a Thomas, quien tenía los ojos cerrados y también tenía audífonos puestos. Le toqué el hombro con un dedo y él abrió los ojos y me miró. No tenía nada qué decirle, así que tomé uno de sus audífonos y me lo puse. Él con nerviosismo tomó rápidamente su celular y cambió la canción. ¿Por qué tanto pánico por una canción? Pero para sorpresa de ambos, comenzó a sonar "Oh my god" de (G)IDLE.

—¿Qué...? —le iba a hacer una pregunta, pero él tapó mi boca. Lo miré, me miró y mejor decidí no preguntar nada. Al parecer Thomas tenía sus secretos.

🌕

Finalmente llegamos al tan esperado bosque. Había unas cabañas en las cuales dejamos nuestras cosas. Teníamos una hora para ordenar todo y ver un poco el lugar. Aproveché para escribir algo en aquella pequeña libreta llena de notas para Chan.

A veces me preocupaba lo mucho que pensaba en él. Mientras no sea obsesión, supongo que está bien. Quiero decir, sé que me es imposible conocerlo y que puede que él no sea para nada la persona que muestra ante las cámaras, pero prefiero pensar que él realmente es así.

Estaba escribiendo algunas cosas que se me ocurrían, cuando escucho una voz familiar detrás de mí.

—No se pueden alejar demasiado del campamento. Debe permanecer en una zona segura —comenta Henry, el profesor más joven de todos, el cual era biólogo.

—¿Ahora eres responsable por tus alumnos? —él era amigo de el mayor de todos mis hermanos, por lo cual, lo conocía a la perfección, y también conocía las aventuras que tiene con las estudiantes.

—¿Algún día dejarás de tener esa imagen tan fea de mí? —preguntó, ofendiéndose falsamente.

—No. Tú te la ganaste. Además, ¿Qué quieres por aquí? No sueles frecuentarme en horas de clase.

—Francis —mi hermano— me pidió que te diera esto. Ahora mismo, como sabes, está en viaje de negocios, así que te quiso dar esto. Ya sabes, por tu cumpleaños.

Tomé el sobre que estaba en su mano, lo abrí con delicadeza, y dentro había dos boletos de avión para Inglaterra, específicamente, Londres. Es cierto, había olvidado mi cumpleaños por estar pensando en otras cosas, pero, ¿Inglaterra? ¿De verdad, Francis?

Miré a Henry y le di las gracias. Fui de vuelta a la cabaña y se los mostré a Mika.

—Francis los compró por mi cumpleaños. Como mamá siempre está ocupada con trabajo, ¿Quieres ir conmigo? Son para este fin de semana —le pregunté mientras le daba un boleto.

—¿Inglaterra? ¿Qué no se supone que no te gusta porque casi siempre está lloviendo? —preguntó— me encantaría ir, pero tengo planes para este fin de semana. Deberías preguntarle a Thomas.

Genial, un lugar con lluvia y sin mi amiga para que me haga compañía. Sólo me queda Thomas, pero además de eso, ¿Qué se supone que haga en Londres? ¿Tomar té y sentirme en Howards? Suspiré con pesadez. De todos los lugares, ¿Por qué tuvo que ser Inglaterra?

Caminé hasta la cabaña en la que se quedaría Thomas y los profesores. Seguramente Francis me quería castigar por algo y es por eso que eligió Inglaterra.

—Thomas —todos los chicos de al rededor me miraron sorprendidos. No se supone que haya una chica en la cabaña de los hombres— ven conmigo un momento, por favor.

—¿Qué sucede? —pregunta ya estando afuera de la cabaña.

—¿Quisieras ir a Inglaterra conmigo? Francis me los dió por mi cumpleaños —le mostré los boletos y él tomó uno— Mika no puede ir.

—Claro, no tengo nada mejor que hacer. Le preguntaré a mis padres. Por cierto, Anne... ¿Podrías...?

—¿No comentar nada sobre (G)IDLE? Claro, no te preocupes. Aunque me sorprendió bastante, a ti no te gusta el kpop, y bueno...

—Son las únicas que me gustan, te lo juro.

Lo miré y reí. Su cara de cachorrito asustado es algo demasiado gracioso. Me despedí de él y me fui, era hora de iniciar a explorar.

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