Notes ∆SKZ Bang Chan∆

¿Coma?

El profesor nos separó en 8 grupos de 4 personas y nos dijo que buscáramos hongos y otras plantas, según él "para ponernos en contacto con la naturaleza". Maldito viejo holgazán, él no quiere hacer nada y sólo busca que nos entretengamos con algo.

Mi equipo se conformaba por Mika —quién hizo lo posible para estar conmigo— Max, y dos chicas fastidiosas de mi grupo, Kayla y Astrid. No, no eran las típicas chicas rudas de las películas americanas, sólo eran demasiado exasperantes y se la pasaban diciendo y haciendo cosas que a nadie le daba risa, pero ellas creían que era cool y se hacían notar —y vaya que se hacían notar, pero de una mala forma, claro está—.

—¡Anne! Mira —Kayla llevaba algo en sus manos y me lo acercó a la cara.

—QUÉ MIERDA —grité asustada por la lagartija muerta que tenía en sus manos. ¿Por qué actuaba como niña pequeña?

—Hey, Kayla —la llamó Mika— ¿Podrías dejar de comportarte como una niña retrasada y ponerte a hacer algo productivo de una vez por todas? Incluso Astrid está buscando hongos.

Kayla miró mal a Mika, y se alejó en otra dirección. Se suponía que no nos debíamos separar demasiado, pero en estos casos, no me interesaba. Busqué con la mirada hongos, y me encontré a Max agachado cerca de un árbol que estaba cerca de un barranco de unos 5 metros.

—¿Qué pasa? —pregunté de repente, a lo que él dió un salto por la sorpresa. Me indicó que guardara silencio y me acercara.

—Mira, es una madriguera de conejos. Parece que hay un bebé dentro —dijo, susurrando. Me acerqué más para ver, y efectivamente, veía un pequeño bulto respirando tranquilamente.

—Wow, tienes un buen ojo para estas cosas, Max —susurré y lo miré. Pude notar un leve sonrojo en sus mejillas y me agradeció tímidamente.

—¡Oh! ¡Miren a quién tenemos aquí! Al pequeño Max. ¿Qué gustas que suceda hoy? ¿Calzón chino? ¿Lodo en tu ropa? ¿O gusanos en tus pantalones? —apareció un chico detrás de nosotros. Era Bill. Parecía retrasado por la forma en la que hablaba, y se compraba como un niño de 5 años. Oh, y también molestaba a Max.

—¿Puedes guardar silencio, por favor? —pregunta Max poniéndose de pie y mirando hacia abajo.

—¡¿QUÉ?! ¡NO TE ESCUCHO! —Bill gritó para provocar a Max. Pude ver cómo éste apretó sus puños, pero no se atrevía a pegarle.

—Dijo que cierres el maldito hocico —dije. Raras veces me molestaba y mucho menos me metía en asuntos que no eran míos. Pero había un bebé en peligro y también Max.

—Vaya, ¿Quién es esta? ¿Tu novia, Max? Igual de rara que tú. Nunca hablas en clase, ni si quiera te notamos.

—¿Crees que me interesa que idiotas como tú me noten? —me acerqué a él.

Bill se me iba a acercar, pero Max se puso en medio de nosotros dos. Bill empujó a Max hacia atrás, haciendo que se chocase conmigo y yo perdiera el equilibrio. No habría ningún problema, de no ser porque atrás de mí había una caída de 5 metros.

Vi cómo Max intentó tomar mi mano. Grité el nombre de Mika, y vi cómo esta corrió hacia mí, pero no me alcanzó. Luego vi cómo le dió una patada en los testículos a Bill, por lo menos me quedé con una imagen graciosa antes de caer.

Mi cuerpo impactó sobre una superficie dura. Sentí mi cabeza chocar contra algo afilado y un dolor inundó mi cuerpo. Apenas podía mantener los ojos abiertos. Quería pedir ayuda, pero no podía hablar. Las lágrimas caían por mis mejillas debido al enorme dolor que sentía. Era como si fuera a morir.

Entonces, recordé cuando era pequeña. Mamá y papá jugaban conmigo; esto fue antes de que papá nos abandonara por otra. Fui feliz durante mi infancia. Luego vino mi hermano menor, los dos mayores y yo jugábamos alegremente con él. A pesar de no tener a papá, éramos felices. Francis ocupaba su lugar y nos ayudaba en todo lo que podía. Luego estaba Christy, tenía cara de culo, pero era muy buena persona y se preocupaba mucho por nosotros. Luego estaba yo, quizá la más desubicada de los cuatro, y al final, el pequeño Minnie. Yo le decía así, aunque en realidad se llamaba Mike. Su apodo vino debido a que le gustaba mucho la novia de Mickey Mouse, desde entonces, nunca dejé de decirle así a pesar de que ahora tenía catorce años.

Mi vida pasó frente a mis ojos, y por último, Bang Chan. Vaya, no lo podré ver nunca más si llego a morir, y mucho menos podré conocerlo en persona. ¿Qué hay de mi viaje a Londres? Odio Inglaterra, pero iba a ir de todas formas. Thomas tendrá que ir solo. Lo siento mucho Thomas, no podré molestarte durante el viaje, ni podré escuchar canciones de (G)IDLE junto a ti.

Escuchaba voces a mi alrededor. Pude ver a Mika y a Thomas a mi lado. Mika estaba llorando, no me gusta verla llorar, hace que pierda su toque. Quise hablarles, pero no pude, mucho menos me podía mover. Unos señores me transportaban en una camilla y uno de ellos me decía que me mantuviera conciente. Pero mis ojos pesaban demasiado...

🌕

POV. 3ra persona

Anne reposaba en una cama de hospital. Había tubos por todos lados. Uno para suministrarle suero, otro para la sangre, uno para el oxígeno y varios cables que marcaban su ritmo cardíaco en la pantalla. Su madre estaba ahí. Lloraba desconsolada y abrazaba a Christy, la hermana mayor de Anne.

En la sala de espera, se encontraban sus dos amigos, Max y el profesor. Todos tenían cara de preocupación y el profesor hacía llamadas a la escuela.

—Todo es mi culpa— menciona Max.

—No, no lo es, fue culpa del estúpido de Bill —dice Mika, intentando calmar a Max.

Thomas estaba en silencio total, con la mirada perdida. Aunque Mika intentara entablar conversación con él, no respondía. Estaba demasiado sumergido en sus pensamientos que sólo rondaban en torno a Anne.

—¿Y si no despierta? —pregunta Max— ¿Y si se queda siempre así?

—Ella está en coma, nos lo dijo el médico, pero no pienses eso.

Thomas se levantó y dió un golpe a la pared del hospital. Lo último que necesitaba oír, era que Anne no despertaría.

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¡Feliz navidad, gente hermosa de wattpad! Espero coman mucho y se la pasen muy bien. Recuerden cuidarse del COVID.