Notes ∆SKZ Bang Chan∆

Encuentro

Eran vacaciones. Al fin ya no teníamos que saber nada de la escuela, podía descansar y hacer las cosas que no hice en ese mes que estuve en coma.

Mika me seguía mostrando cosas de Stray Kids, yo le decía que no quería, pero al final terminé cayendo de nuevo. En cuanto a todo lo demás, Thomas se encargó de ponerme al corriente con todo; él y Mika realmente fueron de ayuda. Hay días en los que tengo problemas con la realidad, no sé si esto es un sueño, o si existo realmente.

Mamá dijo que estar en contacto con la naturaleza me ayudaría, así que hicimos un viaje familiar a unas montañas. Nos quedaríamos en una cabaña y estaríamos alejados de la ciudad durante cinco días.

Una vez ahí, decidí salir un momento a explorar. Había un pequeño lago cerca de la cabaña, el sol se estaba poniendo y el paisaje parecía ser sacado de un cuento. Todo se tiñó de un ligero tono naranja debido al atardecer.

A mi mente vinieron esos recuerdos del sueño que tuve mientras estaba en coma. Me causa gracia la manera en la que estaba tan obsesionada con él que llegué al punto de soñarlo y creer que lo conocía. Es gracioso, pero triste a la vez, ¿Por qué amar a alguien que no conozco? ¿Por qué escribirle notas que jamás verá? Nada de eso tiene sentido, así que lo mejor sería simplemente admirarlo como artista y sólo eso.

—Qué tonta —me dije a mí misma. El frío de la noche comenzaba a sentirse, pero aún así, me detuve a mirar mi reflejo en el agua del lago.

Una luciérnaga pasó frente a mí, llamando mi atención. Decidí seguirla por pura curiosidad y me llevó a una parte cerca del lago, en la que había sólo luciérnagas. Parecía mágico, pero en ese mismo lugar vi una silueta parada dándome la espalda. Retrocedí por el miedo, pero tropecé y el ruido de la caída hizo que la silueta ahora me diera la cara. Al principio él también retrocedió un poco, pero pronto se acercó a ayudarme.

—¿Estás bien? —ese acento— ¿Puedes ponerte de pie? —ese rostro— vamos, déjame ayudarte —debe ser un sueño.

Él me tendió la mano para que me levantara. Dudé antes de tomarla, y sentía cómo las lágrimas comenzaron a salir sin previo aviso. Rápidamente comencé a limpiarlas, pero no paraban de salir, no le podía dar la cara, esto puede que ni si quiera sea real.

—Tranquila, ¿El golpe te dolió demasiado? —puso su mano en mi hombro para intentar tranquilizarme, pero retrocedí ante su tacto— lo siento.

No, no tenía que disculparse. Soy una tonta. No pude decir nada y decidí darme la vuelta e irme de ahí lo más rápido que pudiera. Llegué al lago de antes, miré detrás de mí y él no me había seguido. Caí sobre mis rodillas y dejé que el llanto fluyera, esto no podía ser real, además, ¿Qué haría él aquí? ¿Qué haría Bang Chan en un bosque en un país tan lejos de Corea del Sur?

Todo era tan confuso, no tenía sentido, debía de tratarse de un sueño, una alucinación o algo parecido. Toqué el agua del lago y se crearon pequeñas ondas, entonces realmente estaba pasando. Me puse de pie y corrí de vuelta al lugar de las luciérnagas, pero él ya no estaba ahí.

—Soy una tonta, una estúpida —me repetí en voz alta varias veces.

Después de un rato esperando a que él apareciera de nuevo —cosa que nunca sucedió—, decidí regresar a la cabaña en la que nos quedaríamos.

El día siguiente llegó rápido, hice algunas actividades con mi familia, y por la tarde regresé al lago e intenté hacer rebotar algunas piedras. La noche llegó rápidamente y la luna se veía grande, brillante y hermosa en el despejado y basto cielo nocturno. Recordé la nota que le escribí a Chan en la que lo comparaba con la luna, aún tengo esa libreta de notas.

Decidí tomar lo de la noche pasada como una simple alucinación, aunque una parte de mí muy en el fondo, deseaba que fuera verdad. Guiada por la luz de la luna, fui de nuevo al lugar de las luciérnagas. Nuevamente estaban todas ahí, revoloteando y brillando felizmente, queriendo aparearse.

—Brillan para aparearse, qué criaturas tan interesantes —me dije en voz alta.

Me quedé un buen rato admirando a las luciérnagas su especie de baile. La paz y tranquilidad se terminaron cuando escuché unos pasos aproximarse. Me levanté del tronco en el que estaba sentada y miré fijamente al punto del que provenían los pasos.

Él estaba ahí de nuevo. ¿Era real? ¿Por qué está aquí? ¿Por qué está aquí otra vez? ¿Qué hago? Él al notar mi mirada fija en él, me miró y sonrió gentilmente. No lo hagas, no me sonrías de esa forma.

Sólo pude saludarlo con la mano y me di la vuelta, pero su voz me detuvo.

—Espera, ¿Estás bien? Ayer te fuiste de repente. Lo siento mucho si te incomodé.

—Lo estoy —¿Por qué no puedo decir nada más? ¿"Lo estoy"? ¿Qué estás? ¿Bien, mal, incómoda?

De todas formas no es como si pudiera decirle "Hey, soñé que te conocía e incluso te escribo cartas que nunca te llegarán. Te quiero demasiado a pesar de no conocerte realmente para nada jaja". Lo miré a los ojos, esos ojos que parecían contener el universo entero en ellos. Él sólo me miraba con ligera preocupación en su rostro.

—Quiero decir, estoy bien —bajé la mirada ya que comenzaba a sonrojarme.

—Me alegro mucho. Puede parecerte extraño, pero me preocupaste. Como sea, me alegro que estés bien —me mostró una de sus lindas sonrisas que logran hacerme sentir bien de inmediato.

—Esto... Yo... Yo sé quién eres —admití sin poderlo ver a los ojos— por eso me fui corriendo ayer cuando te vi. Lo siento por eso.

—Ya veo. Menos mal, pensé que mi presencia te había incomodado, o no lo sé jaja —su risa era como una hermosa melodía.

—¡No te preocupes! —dije de repente— no le diré a nadie que estás aquí.

—Gracias. En realidad estoy aquí con los demás chicos. Estamos grabando un programa, así que de verdad nos ayudarías guardando el secreto.

Un recuerdo vino de repente a mi mente, ¿Qué era? No era del sueño que tuve mientras estaba en coma, era algo distinto.

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¡Hola! Estamos de vuelta jsjsjs.
Tremendo hiatus, ¿Verdad? Lo siento por la desaparición. Tengo nuevos proyectos en mente y esta vez, habrá mucha constancia.

Nos vemos en el siguiente capítulo jsjsj