Notes ∆SKZ Bang Chan∆

Hug

—Entonces, ¿Realmente no recuerdas nada? —preguntó Chris a lado mío.

Hacía ya una semana que había despertado, pero estaba en observación para aprender a caminar de nuevo y a hacer otras cosas. Mi familia y amigos nunca faltaron en venir a visitarme. El que más tiempo se quedaba era Chan. Pero a pesar de toda la compañía que tengo, no puedo olvidar mi otra vida. Se siente tan raro decirlo así, sólo fue un sueño, pero se sintió tan real...

—De verdad, no recuerdo nada. En mi sueño, tú eras... —decidí omitir la parte en la que estoy enamorada totalmente de él sin conocerlo— un idol, como en la vida real. Yo no te conocía y parecías inalcanzable.

Chris soltó una pequeña risa. Escucharlo reír frente a mí, ver su sonrisa, poder hablar con él. Esto de verdad parece un sueño.

—Bueno, aquí me tienes en carne y hueso. ¿Sabes? Me halaga que hayas soñado conmigo —dijo sonriendo.

—Oh, no te creas tan importante —bromeé— aunque, ahora que te veo realmente... Te extrañé tanto. ¿Puedo... Darte un abrazo?

Él me miró, parecía que el universo entero estaba en sus ojos, esos ojos tan hermosos que sólo tiene él. Abrió sus brazos y no dudé ni un segundo en abrazarlo.

Inhalé su fragancia, olía muy bien. Intenté transmitirle todo el amor que le tengo por medio de ese abrazo. No quería soltarlo para nada.

—También te extrañé, Anne. Demasiado.

—¿Dime, qué solíamos hacer tú y yo?

—Oh, pues... El día de tu accidente, fue un mes antes de nuestra reunión. Tenía algo importante que decirte. Algo muy importante, debajo del árbol en el que solíamos jugar —pude ver cómo sus orejas se tornaron rojas.

—Ya estoy despierta, ¿Por qué no me lo dices ahora? —pregunté y lo miré fijamente a los ojos.

—Yo... No lo sé, no creo que sea el momento adecuado.

—Oh, vamos. ¿Enserio no me lo dirás? He despertado, Chan, vamos, dímelo, por favor.

—Anne, yo... Yo te —una voz llamando mi nombre no me dejó escuchar lo que él dijo.

—¿Escuchaste eso? —pregunté.

—No, pero si no me escuchaste, lo vuelvo a repetir. Anne, yo te... —y nuevamente esa voz.

—Anne, ¡Anne! ¡Regresan, Anne! —era la voz de Mika.

—Chan, yo no pertenezco aquí, ¿Cierto? —mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

—Anne, te quiero. Debes volver a donde realmente perteneces —tomó mi mano y poco a poco se iba desvaneciendo.

—Eres la ilusión más bella que jamás tendré. Te quiero, te quiero como no tienes idea, Christopher Bang.

Él pronunció algo que no alcancé a oír, porque un llanto que no era mío, ahora inundaba mis oídos.

Lo abracé por última vez, y luego todo se volvió negro.

🌕

—Ya es un mes... Un mes y ella no despierta —Mika lloraba desconsoladamente— si tan sólo hubiera podido tomarla a tiempo antes de que cayera...

—Pequeña, no hay necesidad de llorar. Anne sigue con nosotros. Dicen que si le hablas a una persona en coma, es probable que te escuchen —dijo la madre de Anne, intentando tranquilizar a Mika.

—Anne, ¿Me escuchas? ¡Anne! ¡Regresa, por favor! —decía Mika, mientras tomaba la mano de Anne.

Hacía un mes que Anne estaba en coma. Sus seres queridos estaban muy preocupados por ella, cada que podían la visitaban y le contaban toda clase de cosas. A su madre se le rompía el alma por ver cómo su hija se hacía cada vez más delgada, cómo palidecía, como si jamás fuera a volver. Pero aún tenía esperanzas, algo en su corazón le decía que Anne regresaría.

Mika seguía llorando, hasta que notaron que Anne también estaba llorando. No tenía los ojos abiertos, seguía dormida, pero estaba llorando.

—¡Mika! —llamó la madre a la mejor amiga de su hija— ¡Anne! ¡Anne está llorando!

Mika fue corriendo por un doctor, y la madre de Anne sostenía su mano firmemente. Quizá su hija estaba a punto de despertar.

El doctor no tardó en aparecer, revisó a Anne, y les dió buenas noticias al fin.

—Es probable que Anne despierte pronto.

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