𝐇𝐨𝐩𝐞

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Desde que era muy pequeña, Gina siempre oyó por parte de su hermano historias sobre lo diferente que eran las cosas antes de la destrucción causada por los androides, y la muerte de su padre junto con la de los demás guerreros. Especialmente, recordaba la explicación acerca de su madre, y todo lo que había cambiado mucho tras el fallecimiento de Goku, como si algo dentro suyo se hubiera apagado.

Gina siempre había conocido a su madre como alguien callada y asustadiza, pero muy protectora, y constantemente preocupada por la manera en que Gohan era el único en su tiempo dispuesto a enfrentarse a los androides, y también porque su hija quisiera entrenar para hacer lo mismo cuando llegara el momento.

Luego de la muerte de Gohan, su madre se apagó otro poco. Ya casi no sonreía, y Gina no sabía de qué manera ayudarla, porque en ese tiempo apenas tenía trece años. Lo único que podían pensar era apoyarse una a la otra con su dolor, lidiando con ello de manera distinta, pero estando juntas.

Luego habían vencido a los androides, al igual que Cell, y todo estaba bien. La gente vivía en paz, frecuentemente podría visitar a su madre y su abuelito, de presenciar la reconstrucción de las ciudades, la gente paseando sin miedo y el hermoso ambiente de las montañas. Se sumergió en la idea de que ese mundo, su mundo, podría vivir en paz por siempre.

— Generalmente es un error dar por sentado algo como eso. — dijo entonces, anotando algo en una libreta, que Bulma le había dado, de manera apresurada, bajo la mirada confundida de Gohan y Lime.

Su madre había ido a buscar a los niños, y había notado algo diferente en ella desde su última visita, al igual que Gohan. Ninguno sabía que tanto había sucedido durante todo ese tiempo, pero, aunque Gina se esforzara por actuar como de costumbre, aunque siguiera siendo amable, había algo diferente en ella.

El día anterior, cuando hablaron con Trunks también, ellos notaron esos pequeños lapsos en los que Gina parecía perderse, como si su mente se fuera a otra parte, entre cientos de ideas, y ahora estaba sucediendo otra vez. Querían entender por qué, y que cosas habían sucedido durante todo ese tiempo.

— Trunks y yo jamás dejamos de entrenar, — decía mientras seguía anotando lo que parecían cálculos. — pero Black supuso un riesgo mucho más grande comparado a todo lo que habíamos enfrentado hasta entonces.

— "¿Todo?" ¿Te refieres a que hubo más? — preguntó Lime. — ¿Más que Majin-Boo?

Gina la miró por un momento.

— No tuve el disgusto de lidiar con Majin-Boo, pero lo he visto. En todas sus formas. — hizo una leve mueca. — Fue un enemigo bastante diferente a todo lo que habían enfrentado hasta el momento.

— Espera, ayer dijiste que habían logrado vencer a Dabura y Babidi. — expresó su hermano, comenzando a confundirse. — Dijeron que Majin-Boo nunca despertó.

— No lo hizo.

Entonces, ¿cómo era posible que hubiera logrado ver a Boo en todas sus formas si en su mundo jamás había despertado? Lime y Gohan se miraron, aún más confundidos, hasta que él suspiró, y colocó una mano sobre la de su hermana, para detener su atención de lo que estaba anotando, y poder llamar su atención.

— Uh, realmente no entendemos nada de lo que estás diciendo. — confesó, sonriendo levemente. — ¿Qué tal si comienzas desde el inicio?

Gina parpadeó, abriendo la boca levemente, hasta que oyó un fuerte estruendo, y notó entonces que, no muy lejos, en el bosque, cayeron múltiples árboles en una hilera, causando que se incorporara de pronto, sintiendo como su hermano la tomaba del brazo.

— Tranquila, Gina. Sólo son Trunks y Vegeta. — le dijo al notar su expresión rígida. — ¿Ves? Puedes sentir sus ki. De seguro es el entrenamiento del que hablaba Vegeta.

𝙀𝙨𝙥𝙚𝙧𝙖𝙣𝙯𝙖『𝐃𝐫𝐚𝐠𝐨𝐧 𝐁𝐚𝐥𝐥 𝐒𝐮𝐩𝐞𝐫』𝘿𝘽𝙉 #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora