Despiadado y Among Us

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Despiadado

22/12/2020

Los días no tenían sol, el aire no tenía aroma más que a soledad y vacío. Él no sabía porque todo el cuadrado blanco del techo giraba, en ocasiones a la izquierda y se detenía, solo para iniciar su giro ahora a la derecha, en ese mareo constante sus ojos comenzaban a adormilarse, era el momento de vivir, el sueño era la parte más bella de la vida, o la vida era un sueño tormentoso... no lo sabía y tampoco le interesaba descubrir el secreto. Ya que cuando intentaba profundizar en sus pensamientos, una oleada de demonios le atormentaban trayendo a sus días momentos que no sabe si fueron verdad, pero que le dolían en carne viva como si le quemaran desde adentro las entrañas.

Para Lolito la única realidad era la que vivía cuando ese cuadrado blanco del techo dejaba de girar, y sus ojos se cerraban para abrirlos de nuevo en su hogar... Esa hermosa cabaña en medio del bosque, donde el sol brillaba todos los días y el aire olía a hierba fresca y jazmines, caminar descalzo por la hierba y las hojas de otoño tapizaban el suelo con colores cafés y amarillos, crujían las hojas al quebrarse por sus pasos y algún ave emprendía su vuelo al sentir su cercanía.

Le encantaba vestir ropas sueltas y de telas ligeras para sentir como el aire jugaba con ella y rosaba su cuerpo como la fresca brisa. Pero ni todas esas maravillas y bellezas se comparaban con lo mejor que tenía en su hogar; a su niña, a Mangel, a su único y verdadero amor. Escuchar su voz era un canto celestial y no podía evitar llorar de felicidad, sobre todo cuando recién regresaba a ese lugar a donde acudía todos los días sin falta y donde quisiera quedarse pa siempre y ganarle a los demonios que lo alejaban.

- Lolito-

El recién nombrado giró buscando de donde provenía la voz de su amado, su camisa y pantalón vaporosos se movían con la gracia del viento y sus cabellos sueltos y largos bailaban al compas del aire. Sus lágrimas brillaban como diamantes sobre sus mejillas.

- Mangel ¿Dónde estás?-

- Aquí-

Con sus grandes manos morenas tapo sus ojos con suavidad y su corazón dio un vuelco al sentir el calor de su tacto. Alegre retiro sus manos de su rostro para girarse y encontrarse de frente con el motivo de sus dichas más grandes.

- Mi niña-

Se paró de puntitas para alcanzar sus labios y se unieron en un beso suave rosando sus labios con tranquilidad, Mangel acaricio sus mejillas limpiando sus lágrimas.

- ¿Por qué siempre lloras Lolito?-

- De felicidad mi amor, porque me gusta mucho verte y sentirte-

El de lentes sonrió y lo abraso cariñoso.

- Pero ya deberías estar acostumbrado mi niña, nos vemos todos los días-

- Pero las pesadillas que me atormentan me quieren alejar de ti-

Lolito se aferraba a su pecho y sus lágrimas comenzaban a mojar su camisa.

- Nadie podrá alejarnos nunca, y si esas pesadillas vuelven solo cierra fuerte los ojos y regresa conmigo, estoy a tu lado siempre-

Pero de golpe las pesadillas siempre regresaban, abrió los ojos y allí estaba ese cuadro blanco del techo pero ahora no giraba, un fuerte golpe metálico lo estremeció y una voz que retumbaba como el infierno le hablaba "Hey loco despierta" Comenzó a temblar - Oh no¡¡ de nuevo las pesadillas NOOO¡¡- repetía su mente mientras se acomodaba en posición fetal.

- Mangel.... Mangel.... Mangel....-

- Te la has pasado en el suelo si te enfermas soy yo quien batalla con el horario de tus medicinas, como si las droga que te dan no fueran suficientes-

Especial Navideño 2020 (MANGELITO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora