Familia Mangelito (Mpreg)

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25/12/2020

El sol estaba cayendo rápidamente aquella tarde por las enormes nubes que se levantaban por el horizonte tapando cualquier rastro de luz que el sol pudiese ofrecer. Mangel y Manguito estaban trabajando en la siembra de su casa reconstruida hace un par de años ya.

Después de la destrucción de sus hogares Mangel y Lolito decidieron quedarse en la casa de abuelita ya que era un lugar más seguro para su hijo que estaba por nacer, en la zona donde estaba la casa de Mangel había un bosque venenoso muy cerca y la siembra tenía canales que daban directo con el lago. Muchos puntos peligrosos para iniciar una familia y criar a su primogénito. 

Por eso la casa de la abuelita fue la mejor opción. Juntos la reconstruyeron aunque Mangel hizo los trabajos mas pesados por su niña ya que la pancita del embarazo empezaba a cansarlo mucho. El ojiverde parió un lindo niño de ojos marrón como papá Mangel y cabello naranja como papá Lolito.

Tenían cuatro años viviendo en Karmaland en armonía, la mayoría de sus compañeros se habían mudado, ahora la mansión en al aire de Vegetta servía asuntos de la alcandía y había una área dedicada al recuerdo de los días de los héroes, era como un pequeño museo con imágenes y artículos personales que usaron en aquellos tiempos.

Lolito continuó en asuntos de la alcaldía pero nada que ver con ser político ni mucho menos, era encargado de comercio y viajaba seguido, al regresar rendía informes en el nuevo edificio flotador de Karmaland, en cambio Mangel se quedaba, atendía uno de los locales que surtía Lolito con las mercancías de sus viajes, y se dedicaba a la casa, las siembras y a su hijo.

Una vida en familia habían logrado este par de loquitos que hicieron tantas averías en su pasado, ahora para remendar cualquier error, Lolito hacía muchas cosas por el pueblo, logrando traer mercancías que antes eran imposibles de conseguir y con ello Karmaland se expandió y se modernizó, eran respetados y conocidos en el pueblo por sus aportaciones a la comunidad. Ahora estaban en época invernal y las tardes eran muy frías.

Mangel decidió que ya habían trabajado suficiente y le indico a su hijo que entraran a casa, los bichos y monstruos que antes aparecían en el pueblo habían desaparecido casi por completo, pero eso no significaba que de repente no pusiesen respawnear por allí en la oscuridad.

Cargó a su hijo en brazos y se dirigió al cerco de malla que rodeaba toda la casa, cerró muy bien la entrada principal y le dio una vuelta a todo el perímetro interior para checar que no hubiera aberturas por donde ingrese algún peligro para su criatura.

Era un padre muy cuidadoso y dedicado, Lolito últimamente por su trabajo estaba muy ausente, sobre todo en las fechas navideñas ya que había que traer a Karmaland muchos artículos referentes a dichas fechas, pero estaba por llegar y por fin se quedaría en casa largo tiempo.

Después de cenas Mangel calentó el agua y le dio un baño a Manguito, lo cambio lo arropó en su camita y se sentó a su lado para leerle un cuento. Sin darse cuenta se quedo dormido en la cama de su hijo, y al otro día con los rayos del sol lo despertó el resplandor de sus cabellos naranjas acariciando su frente.

- Mi niña, buenos días-

- ¡Lolito!-

Mangel se abrasó a su cuello jalando su cuerpo hasta recostarlo encima suyo, Lolito se sonrojo al sentirlo tan cariñoso y acaricio su cabello mientras besaba su mejilla.

- También te extrañe Mahee-

- Fue mucho tiempo amor, no vuelvas a irte tanto-

- ¡MAMI!-

La voz de Manguito los hiso separarse y el ojiverde abraso a su cría con mucho amor, con lágrimas en los ojos pues tenía dos meses fuera de casa y ese tiempo para un niño es mucho.

Especial Navideño 2020 (MANGELITO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora