✧ saturday; 痛い.

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Haruto sintió como si le dieran una estocada directamente en el corazón al presenciar cómo la enfermera llevaba a Jihoon a la habitación de Jeongwoo.

Si él era a quien quería en un momento crítico como aquel, ¿cómo podía competir?

El propio Jihoon lucía desconcertado, pero por supuesto que no se negó. ¿Cómo negarse al pedido de un Jeongwoo accidentado y apenas consciente?

Apenas escuchó el golpe de la puerta detrás suyo, Haruto soltó un pesado suspiro. Echó la cabeza hacia atrás, apoyándose de la pared, mientras sus manos jugaban ansiosamente entre ellas. No quería pensar lo peor, aún no.

Por supuesto, Junkyu también estaba bajo el peso de la tensión en el ambiente, sin la más mínima idea de lo que aquel pedido significaba. De lo contrario, al menos hubiese hecho un esfuerzo por tratar de animar a Haruto, ya que ese hospital parecía afectar a los visitantes más que curarlos.

Aquella silenciosa e impostergable tensión se vio rota con el arribo de una figura más, de alguien que le sacó una sonrisa ligera a ambos chicos.

— ¡Hwanie! —fue Junkyu quien habló primero, a punto de elevarse de su asiento para saludar al recién llegado, pero pronto cambió de opinión.

— No sabía que estarías aquí también. —respondió, optando por hacerse un espacio entre ambos— ¿Y Jihoon?

— ¿Ustedes se conocen?

Haruto intervino antes de que continúe la conversación, porque, si bien sí estaba enterado de la reciente comunicación entre Junkyu y Junghwan, ese era el peor momento para comenzar a sentirse apartado. Ya le bastaba con Jeongwoo y Jihoon, que quién sabe lo que estarían diciendo en ese momento...

— Sí, bueno, desde ese primer día voy mucho al café donde trabaja, así que... —el mayor entre los tres cortó su frase, para cambiar de tema a algo más importante— Pero, en fin, ¿creen que ya podamos ver a Woo?

— Espero que esté bien.

Los tres asintieron en unísono, con la cabeza gacha.

Por suerte, la puerta se abrió con prontitud, revelando a un Jihoon risueño, con una energía que contrastaba radicalmente con la del resto de visitantes.

De inmediato, Haruto se puso de pie para detenerlo, sin reducir la sensación de alarma, culpable de que su corazón corra tan rápido.

— ¿Qué pasó?

— Quizás la enfermera tiene un conocido que se llama igual que yo. —replicó, de forma ambigua, pero dándole una idea de lo que podía esperar— No te preocupes, Haruto, no le dio amnesia o algo así. Por suerte parece estar bien.

Estaba confundido, motor suficiente para hacerle olvidar cualquier restricción e ingresar directamente a la habitación, de una vez. Al igual que Jihoon, procuró cerrar la puerta, pero tomó un paso adicional al ajustar el cerrojo para no ser interrumpido.

Apenas alcanzó a ver al paciente recostado sobre la cama, quedó frío. Tuvo que pestañear dos veces, pues a pesar de que ya se había formulado una imagen de cómo vería al menor, la realidad aún resultaba chocante.

Al menos Jeongwoo... Aún lucía como Jeongwoo. Una versión menos entusiasta, con bandas recubriendo su brazo derecho, una especie de collarín cervical que lo mantenía recto y un par de cicatrices recién selladas en su rostro, eso sí. Precisamente como se esperaría de alguien que acababa de ser víctima de un aparatoso choque vehicular, quizás un poco mejor.

Haruto no sabía muy bien cómo iniciar esa conversación, pero compensó por su reacción tardía al aclararse la garganta y acercarse hasta llegar al lado de su novio. Por supuesto, cualquier rezago de fastidio había escapado su cuerpo.

ninki; hajeongwoo (Treasure)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora