Capítulo 3

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Hola, hola mis bellezas. Ya vine 🤗
¿Me extrañaron?
Poco a poco empezaré a actualizar. Gracias por su paciencia ❤️

Les traigo el siguiente capítulo de esta historia, espero sea de su agrado.

🌸 🌸 🌸

Tomé un sorbo de agua del vaso que se encontraba frente a mi y agarré a Karin de la mano, sacándola de ahí. 

No pude evitar mirar a su ex novio, mirando la escena que estábamos dando al salir del restaurante. La mirada de él me aseguró que había cumplido con mi deber. 

Fuera del restaurante Karin me detuvo. 

—Hem, por ahí está mi limusina—señaló hacia enfrente de la calle. 

—OK vamos. 

Le hice una seña a Yamato para que estuviera pendiente de su teléfono y subimos a la limusina de Karin. 

En su interior sus asientos color crema y su alfombra roja llamaron mi atención. Esta niña tenía buen gusto. 

—D-Daisuke-Kun ¿Quieres champaña? 

—Si, porque no. 

Ella tímidamente sacó la botella y muy habilidosamente sacó la tapa dejando caer un poco de espuma. 

—Espera preciosa, dejame hacerlo. 

Agarré las copas y serví la champaña. 

—Debiste ver su mirada, el estaba en verdad celoso—dije tomando un sorbo de la copa. 

—¿En serio? Pues que bueno. El es un tonto. Me dejó porque… 

De pronto Karin comenzó a llorar. Demonios, esto era incómodo. No era bueno para consolar a la gente. 

Me acerqué a ella y la abracé. 

—Tranquila, tu eres muy bella y te puedes conseguir a alguien mejor. 

Ella secó sus lágrimas y sonrío. 

—Gracias, tienes razón. 

Ambos terminamos de beber el vino mientras la limusina se detenía. 

—Hemos llegado señorita Karin. 

—Muchas gracias. 

Su chófer nos abrió la puerta y yo fui el primero en bajar, luego la ayudé a bajar a ella. 

—Daisuke-Kun, pasa por favor. 

El chófer abrió la puerta de la casa y ambos entramos. Vaya que su casa… digo, su mansión era expectacular. 

Era enorme y con finos acabados arquitectónicos. Se notaba que ella estaba forrada en billetes. Me había sacado la lotería con esta chica. 

La puerta se cerró a nuestras espaldas y sin esperar un segundo más acerqué a Karin a mi cuerpo, tomé su rostro y le di un beso. 

Ella se sorprendió un poco. 

—¿Pasó algo? 

—No, no, perdóname. Me sorprendí, no me lo esperaba. 

Volví a besarla esta vez con más pasión, el beso cada vez se iba tornando más demandante. Mis manos no se habían quedado atrás, apretaba sus muslos con mi mano derecha y con mi mano izquierda apretaba uno de sus pechos.

Ella gemía y se separó de mí por la falta de aire. 

—Deberíamos ir a tu habitación para estar más cómodos, ¿no te parece? 

Ella asintió y la seguí subiendo las escaleras hasta llegar al segundo piso, en donde abriendo una gran puerta de madera, se encontraba una enorme habitación. 

Su cama era bastante grande y tenía sábanas de seda. Todo pulcramente ordenado y limpio. ¿Qué estaba pensando el ex novio de esta chica al dejarla? 

Me aproximé a ella y comencé a besarla nuevamente. Mis manos comenzaron a acariciar su cuerpo por encima de su vestido y cuando encontré el cierre, lo bajé y fui deslizando la tela hasta despojarla de ella. 

Me había dejado llevar, estaba bajo los efectos de la lujuria. Me quité el saco y me afloje la corbata, me la saqué por encima de la cabeza y la tiré al suelo. 

Deposité a Karin en la cama, ella estaba sonrojada y se mostraba algo tímida. Me quité la camisa dejándole ver mi bien trabajado cuerpo y sin dejar de besarla le quité el sujetador, liberando sus pechos. 

Comencé a besar su cuello y lentamente baje hasta que atrapé con mis labios uno de sus pezones , ella gemia y se arqueaba. Podía saber por esas acciones que ella lo estaba disfrutando. 

Continué dándole placer y sin dejar de besar y succionar sus pezones comencé a acariciar su intimidad ya húmeda por encima de la ropa interior. 

Me levanté de la cama y me terminé de quitar la ropa. Pude ver como me miraba, era una mezcla de deseo y de timidez. 

Le arrebaté las bragas y me posicioné delante de ella. Separé sus piernas y comencé a besar sus muslos. Ella se retorcía del placer. 

Metí lentamente uno de mis dedos dentro de ella, luego otro dedo, mientras hacía movimientos circulares en su clítoris con mi lengua. 

—Aaah, Da-Daisuke-Kun, yo… Aaah

Sentí como su interior palpitaba, la había hecho llegar al orgasmo solo con mis dedos y lengua. 

La acción apenas acababa de empezar. 

Me coloqué un condón y comencé a introducir mi virilidad en su húmeda entrada, lentamente hasta el fondo. Empecé moviéndome lento pero no pude aguantarme y la embestí rápida y profundamente. 

—Aah Karin, me encantas—gruñía.

—Aah Daisuke-Kun, no te detengas… 

Ella llegó primero al orgasmo y luego de las últimas embestidas llegué al clímax. 

Me hice a un lado y me recosté un momento. 

—Eso estuvo maravilloso —dijo ella. 

—Si, claro. 

Recuperé mi aliento y le pedí prestado el baño a Karin para darme una ducha rápida. 

No podía negar que el sexo había sido magnífico, pero no podía esperar a ver la transferencia monetaria que me esperaba. 

Terminé de ducharme y al salir del baño veo a Karin dormida. Se ve tan tierna, no la quiero despertar así que levanto mi ropa, me visto y llamo a Yamato. 

Le dejo una nota en su mesita de noche. 

"Espero la hayas pasado tan bien como yo, espero verte otra vez. 
Daisuke" 

Bajo, abro la puerta y doy un último vistazo a la gran mansión. 

—Espero verte de nuevo, Karin. 

🌸 🌸 🌸

Continuará...

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Nos leemos pronto 🤩

[Pausada]•~Llámame Daisuke~• [+18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora