I. Daydreaming [Chaennie] +18

2.2K 122 94
                                    

El aspecto lúgubre, frío, nebuloso e incomprensible de aquel lugar contrastaba fuertemente con la calidez casi agobiante que penetraba en mi piel.

Sentía su boca golpear una y otra vez contra mis muslos.

El recorrido caliente que hacía aquel musculo viscoso sobre aquellos lugares secretos, con un vaivén constante y rítmico, producían en mí pequeños sobresaltos placenteros; que se intensificaban cuando los sonidos morbosos de los chasquidos húmedos, brotaban impetuosamente hasta llegar a mis oídos.

El calor de su lengua se deslizó desde abajo hacia aquel punto donde mis terminaciones nerviosas parecían hacerse una.

En el centro de mi pecho una sensación burbujeante se hacía presente, la cual bajaba lentamente por toda la extensión de mi torso. Me sentía intoxicada.

No podía evitar fomentar mis emociones con la imagen de aquella mujer entre mis piernas, llenando su boca con mi sexo.

—Jennie —pronunció mi nombre, abandonando su posición.

Vi como apretaba sutilmente su mirada sobre la mía y en medio de una sonrisa atrapó su labio inferior entre sus dientes. Imité su expresión y la necesidad de tener su hinchada boca atrapada en la mía se hizo presente, sin embargo, antes de que pudiera concretar algún movimiento, sus manos se pasearon tortuosamente por mis piernas.

Un escalofrío placentero recorrió la longitud de mi columna cuando sus uñas se enterraron ligeramente en mi piel, dejando un rastro sonrosado.

Vi su cabeza bajar nuevamente hasta la unión de mis muslos. Sus manos tomaron mis caderas y su boca me tomó rudamente haciendo que, por la sorpresa, apoyara sin querer una de mis manos sobre su cabeza.

No quería parecer desesperada por incrementar el contacto entre ambas, sin embargo, ella tomó mis manos y las apretó sobre su cabellera. Era una propuesta implícita para que marcara el ritmo de las embestidas que me entregaba con su boca.

Si los chasquidos de sus labios eran audibles desde un principio, ahora eran mucho más ruidosos, siendo acompañados por el golpeteo incesante de la silla donde me encontraba acomodada.

Me mordía los labios intentando retener mis gemidos lo más posible.

No había nadie más que nosotras en aquel lugar, aun así intentaba ser lo más silenciosa posible, como si de pronto alguien fuese a aparecer, descubriéndonos en el acto.

Hundí mis yemas en su cabeza y tironee de su cabello al sentir un extenuante calor bajar hacia mi vientre.

Realmente no quería ser torpe y obligarla a pegarse más a mi intimidad, pero fue inevitable cuando algo explotó en mis entrañas y escurrió hacia la boca de aquella mujer, arrodillada frente a mí.

Se había robado mi aliento casi por completo, a tal punto que pensé que desfallecería intentando hacer entrar el aire en mis pulmones.

Me incliné hacia ella, limpiando con mi pulgar suavemente tanto su barbilla como parte de su labio inferior.

Tenía tantas ganas de besarla y entregarme nuevamente a ella, que solo pude cerrar mis ojos y esperar que el contacto entre ambas se concretara.

El vacío tocó mi boca y no la calidez de la suya. Cuando abrí mis ojos, ella había desaparecido al igual que la silla donde me encontraba descansando.

Mi cuerpo yacía en el frío suelo de aquel lugar. La niebla se había ido, ahora las penumbras adornaban el ambiente.

En la lejanía podía escuchar cristales romperse, también maldiciones y amenazas difusas, pero lo suficientemente claras para que la amargura me invadiera.

~ El libro de Rosé ~ (CHAENNIE/CHAESOO/ROZY-SUSÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora