Entre páginas (Frerard)

Anotaciones (II)

Gerard. Después de tanto tiempo, allí estaba. Su amigo, su amante, su insiración. Frank intentó decir algo, pero lo único que consiguió fue gemir sin sentido, estaba demasiado nervioso, se había perdido en esos grandes ojos verdes y en los recuerdos que éstos le traían.

Entonces Gerard le tendió la mano para aydudarle a levantarse. Llevaba guantes, unos guantes que Frank conocía muy bien, fueron suyos tiempo atrás, eran sus guantes de esqueleto, esos que Gerard le obligaba a llevar cuando comenzaron la banda, "es por la estética", le decía siempre. Se habían desgastado tanto que finalmente Frank había decidido cortar la tela que debería cubrir los dedos, para así convertirlos en mitones y poder usarlos mientras tocaba la guitarra. Se los dejó a Gerard un día, no recordaba para qué y no los había vuelto a ver hasta entonces. Pero Gerard los conservaba, estaban tan desilachados que probablemente ni siquiera le abrigaban, pero los llevaba puestos.

- ¿Vas a dejarme así? Se me va a cansar el brazo. - Dijo Gerard.

Frank asintió y le dio la mano. Sus dedos se rozaron. Frank se estremeció, se sentía tan pequeño e indefenso...

-Gerard.- Logró decir Frank. - Cuanto... cuanto tiempo hace.

-Te echo de menos.- Le interrumpió Gerard.

Frank volvíó a quedarse helado. Gerard le echaba de menos, pero ¿de qué forma? Podría echarle de menos simplemente como amigo o tal vez Gerard seguía enamorado de Frank.

- ¿Qué? - Respondió Frank, mirando a Gerard con incredulidad.

- Nada, déjalo. -Le dijo él entre risas.

Frank bajó la cabeza y se fijó en los papeles amarillos y en el tebeo que había quedado abierto en el suelo. La página del cómic que podía ver tenía una única viñeta, la cual había hecho Gerard una noche en la que estaban de gira, fue a la caravana más pronto que los demás para poder diseñarla. Frank lo encontró concentrado en el dibujo, mordisqueando el lápiz por la parte de atrás, como siempre hacía. Juntos habían pensado como dibujar esa viñeta en concreto, aunque Frank no entendía de dibujo, pero Gerard acostumbraba a pedirle opinión.

-¿Recuerdas la noche que dibujé eso?. - Preguntó Gerard. - Todos estaban de fiesta, celebrando el éxito del concierto, pero tú estabas conmigo. Ayudándome.

- Sí, supongo. - Le respondió Frankie.

Gerard se agachó a recoger el tebeo y todos los papeles que había a su alrededor y Frank hizo lo mismo.

- ¿Qué son estos dichosos papeles? - Preguntó Frank.

- Son... anotaciones, desde aquel 22 de marzo, entro y dejo un papelillo en este libro cada vez que paso frente a la tienda, aunque ya cada vez lo hago menos, supongo.

- ¿Anotaciones de qué?

- Bueno, de distintas cosas...

Frank cogió uno de los papeles en el que se leía: "Did you miss me, 'cause I miss you "

Gerard intentó quitárselo pero ya era tarde, Frank ya lo había leído y estaba cogiendo un segundo papel que esta vez leyó en voz alta: "Can I be your number one?"

- Son partes de tus canciones. - Le dijo Frank a Gerard, intrigado.

- Sí, son parte de mis canciones... Las partes que van dirigidas a ti.

- No entiendo a qué te refieres. - Le contestó Frank algo incómodo, y alargó el brazo para recoger el resto de papeles, sin pararse a leerlos.

Gerard no podía hacer eso, no podía reaparecer en la vida de Frank después de tantos años y pretender que todo volviese a la normalidad después de haber decidido alejarse completamente de él años atrás. Frank estaba furioso. Quería golpear a Gerard, quería que supiese lo mucho que había sufrido por su ausencia. Quería besarlo. Quería sentir su piel contra él, pero al mismo tiempo quería odiarlo. Decidió no elegir ninguna de las dos opciones, simplemente se levantó del suelo, dio la espalda a Gerard y salió a toda prisa de aquella tienda de tebeos.

Las lágrimas estaban empezando a inundar sus ojos. La sensación de vacío había vuelto a apoderarse de él y sentía un nudo en la garganta que le impedía tragar. Tantos años sufriendo por no estar junto a Gerard y ahora era él quién decidía alejarse.

Entonces Frank recordó aquella nota, la nota que Gerard le había escrito y le había dejado sobre la mesa la mañana en que se marchó definitivamente. Esa nota que fue como una estaca clavada en el corazón de Frank, no porque fuera una larga carta de palabras duras, de hecho apenas había palabras, solo era una notita escrita en la mitad de una servilleta, y eso era lo que más le dolía a Frank, le hacía sentir que todos esos años de romance para Gerard no habían sido más que un juego, algo que no había significado nada. La nota decía:

"Frank, me voy para siempre, ambos tenemos nuestra propia familia y creo que yo ya he estado suficientemente alejado de la mía. Xoxo."

Frank rompió a llorar al recordarlo.