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Narradora.
La tejón llego como pudo a su madriguera activando sus trampas creyendo llegar antes de que cierto erizo llegará, creía estar a salvó pero se dió cuenta de una visita en su casa, sin el permiso de ella misma, el erizo estaba sentado en su salón como si nada; lo que provocó un susto enorme a la chica y también una irá intensa.
—¿¡QUE HACES EN MI CASA!?— gritó tomando su bumerang para defenderse.
—Solo quería hablar contigo y no me dejaste explicarte en casa de Tails— respondio levantándome de aquél sofa rústico.
—¿¡QUE QUIERES HABLAR CONMIGO!? ¿¡QUIERES REÍRTE DE MÍ!? ¿¡IRAS A CONTÁRSELO A AMY Y A REIRSE AMBOS DE MI!? SI ES ESO RENUNCIÓ A ESTAR EN TÚ EQUIPO— Gruño tirando el bumerang hacia el cobalto aunque este rapidamente lo esquivo viendo como quedaba incrustado en la pared.
—¡Sticks! Si me dejas explicarte- —
—¡NO HAY NADA QUE EXPLICAR, SOLO QUIERES REÍRTE DE MÍ!— la tejón estaba cada vez más molesta al punto de querer atacar al erizo con sus propias manos, pero, no podía atacar a alguién que quería aúnque fuese un idiota.
—¡SIENTO LO MISMO!— Gritó Sonic ya con la paciencia perdida.
Sticks estaba asustada y por ende actuaba como si su amigo fuera un enemigo, pero al oír aquellas palabras, su mente dejo de funcionar y era ahora el corazón quién le decía que debía dejarlo hablar.
—No es fácil para ti, lo sé, pero es cierto, me gustas, no se como, no se cuando...— suspiró viendo que la tejón bajaba la guardia, así que, procedió a acercarse un poco a ella —...Pero cuando te veo a la cara, no puedo expresar las miles de cosas que me haces sentir, con tu belleza natural, tú ser salvaje y tus bellos ojos que cada vez que veo el mar o el cielo me recuerdan lo perfecta que te ves en los míos— el erizo ya estaba muy cerca de ella para notar el gran sonrojó de su amiga el cual lo hizó sonreír como un completo bobo.
—¿Es real? ... Esto no esta bien Sonic— miro con pena al mayor, la culpa le comía la cabeza en ese instante, Amy era su más grande amiga, la única de hecho, y la cual le contó hace tiempo que estaba enamorada de ese mismo erizo que ahora se le estaba declarando.
—Claro que lo esta, Tails me dijo que todo estaba bien si sentíamos lo mismo— le tomó las manos notando que ella se dejó, algo que le daba más seguridad de hacer cualquier otra maniobra —Deberiamos- —
—¡No! No podemos— se alejó mucho más asustada —¡Le gustas a Amy! Es mi amiga, ¡tú amiga!— gritó mientras lo apuntaba —¿no te das cuenta de que esto es un error?— miro con tristeza al erizo, le dolia en gran parte alejarlo y no sabía aún la razón, no sabía porque su corazón decía algo y su mente aportaba con todo lo contrario.
