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"Odio"

Sticks POV:

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Sticks POV:

Iba caminando al lado de Knuckles quien me miraba muy molestó, sabía que me estaba juzgando, pero no le voy a tomar importancia, sabia que su cerebro era hueco y luego entendería todo, mi problema era Amy, ella esta enfadada, y tengo miedo de que no quiera ser nunca más mi amiga.

Llegamos a su lado atrapando los saltamontes que se estaban comiendo la fruta, habian muchos en todo en el pueblo así que estariamos un buen rato aquí.

—Knuckles, ¿Tails te dijo a donde fue?— habló Amy pasando por completo de la tejón.

—Mmmm... No recuerdo— sonrio nervioso rascándose la nuca.

—Creó que iban al templo a averiguar porque los saltamontes se salieron— dijo la tejón mostrando una leve sonrisa.

Los dos me miraron expresando odio en sus rostros y pasaro de mí, ya que nisiquiera me miraban. ESTO ME ESTA ESTRESANDO, CREÍ QUE AMY ME ENTENDERIA.

—¿Alguna otra cosa que Tails o... Sonic te dijieran que deberiamos saber?— tiro la indirecta la eriza con un poco de molestia.

Amy estaba tirando veneno sin darse cuenta, no me agrada esta personalidad de ella.

—¡BASTA! No aceptaré sus miradas de odio ni sus insinuaciones— gruñó alejándose de ellos.

—¿SABES QUE ME DUELE, STICKS? QUE TE HAYAS CALLADO ESO— gritó amy detrás de ella —somos amigas... ¿Por que no me lo dijiste?— su expresión de odio se transformó en una de tristeza —desde cuando sale?—

Me dejo congelada oír como Amy se quebraba delante de todos, siempre la vi una chica fuerte y positiva, pero hoy... Hoy yo logre lo contrario en ella, me di la vuelta para verla como se contenía el llanto y como esas lágrimas amenazaban con salir de sus ojos.

—No es justo... Tú siempre dices que si el corazón dice algo, debo seguirlo— se defendió a base de las palabras de la eriza.

—No es justo para Amy— apoyo el equidna a la eriza ya que ella siempre había sido como una hermana menor gritona para él —Tú y Sonic no deberían estar juntos!— terminó por decir el de rojo mientras abrazaba a Amy quien explotó en un llanto silencioso.

Aquello me había llegado, me rompió, y yo también ahora me sentía débil, no iba a llorar, pero mis estupidas lágrimas rodaron por mis mejillas, las limpié rapidamente y me di la vuelta para vovler al taller de Tails ya con los insectos atrapados, así volvería a mi madriguera y no saldría en meses.

Cuando iba ya llegando al taller, un gran robot se paró frente a mí, era Charlie y su esposa Belinda.

—¿Peleando por un tonto erizo verdad? Deberían dejar esos sentimientos de lado si no quieren que el mal los atrapé— habló Belinda quien estaba en el hombro del robot que conducía su esposo —Atrápala, cariño—

Poco Común || Sonicks Donde viven las historias. Descúbrelo ahora