𝓢𝓸𝓶𝓮 𝓟𝓻𝓲𝓷𝓬𝓮𝓼 𝓓𝓸𝓷'𝓽 𝓑𝓮𝓬𝓸𝓶𝓮 𝓚𝓲𝓷𝓰𝓼 ↳ƒιиαℓιzα∂ο

𝕮𝖍𝖆𝖕𝖙𝖊𝖗 𝕿𝖊𝖓

Fue a ver por todos los lados del gran jardín.
Había muchísima gente que en su vida había visto y que realmente no le interesaba conocer en lo más mínimo.

Pudo divisar el cabello rizado de Joe y rápidamente fue con él para llevarse la sorpresa de que venía acompañado con una dama de un vestido que parecía haberlo visto antes, era pelirroja y... espera...

"¿Andy?" vió al nombrado quien le sonrió algo incómodo, era él, ¡con un vestido de su madre!, No tenía rastro de alguna barba o algo por el estilo, era su cara limpia –a excepción del rubor y algo de labial que pudo percibir–, su cabello rojizo bien arreglado y un vestido que su madre no había usado en décadas.

Lo saludó con la mano musitando un pequeño 'hola Patrick'. "Tu madre me prestó su vestido..."

"Es para un bien mayor y para irnos de acá." dijo Joe sin despegar la vista de su acompañante.

*¿Y el bien mayor es...?" lo vió confundido el rubio mientras veía de lado a lado.

"Mis ojos están siendo bendecidos en este momento de solo verlo." el más bajo apartó con su mano el rostro del rizado mientras este renegaba.

"Entonces." interrumpe el menor de los tres. "¿Se irán con nosotros?"

"Oh no, tenemos planeado quedarnos un poco tiempo, dar una fachada y de un momento desaparecer."

"¿Entonces te vestirás así todos los días?" realmente no les estaba poniendo mucha atención, su cabeza lo carcomía con el hecho de buscar a los rescatistas.

"Tu madre me regaló más prendas."

"Gracias Dios." comentó el ojiazul volviéndolo a ver de pies a cabeza.

Ignoro a la pareja para concentrarse en examinar a cada persona que entraba a la recepción, no encontraba a nadie, algún indicio de algo, se sentía tan perdido.

"Hey, niño." escuchó a sus espaldas y volteó para encontrarse con una figura femenina mirándole con seriedad.

"¿Huh?" dijo en respuesta.

"Eres Patrick, ¿no es así?" el mencionado asintió confuso. "¿Me puedes decir dónde están el príncipe, la princesa y la acompañante de la princesa?"

"Amh, uh." dijo un tanto desconcertado. "el príncipe y la princesa están dentro del castillo y la otra acompañante tiene que estar por, ermh." volteó a ver a todos los invitados, angustiado buscando a la rizada.

La encontró rápidamente vestida con un vestido con olanes y con una que otra flor adornado su cabello, fue a donde ella no sin antes notar que tenía un pañuelo con el que se limpiaba los ojos.

"No me digas que estás llorando." le dijo cuando llegó a su lado.

"Las bodas siempre me hacen llorar." rió su chiste para luego verlo. "Tengo que tener la actitud de la mejor amiga de la novia a la cual le alegra sin dudar que la persona que estuvo contigo en las buenas y en las malas esta a punto de arruinar su vida."

"Lo dices como si Pete fuera el malo..."

"Sabes de lo que hablo Patrick, no hablo de Pete, hablo de su padre y del padre de Meagan, si algo erróneo sucede quien la pasará peor serán ellos dos por desobedecer órdenes." entrelazó sus propias manos con su mirada.

"Entiendo, mi pastel quemado te lo puede confirmar."

"¿De qué hablas?, si el pastel se ve en buenas condiciones."

"Créeme, se ve, pero no lo estará, así como esta situación..." la castaña lo vió con extrañeza.

"¿Acaso el pastel está...?"