You like that? © | JK Harem

| Jackson Wang |

Gemidos salían de las bocinas de la computadora portátil que se encontraba a lado de su cuerpo desnudo, mientras su mano derecha se encontraba enrollada alrededor de su pene moviéndose de arriba hacia abajo con frenesí y generándole un placer indescriptible.

Dicha sensación enviaba a su cuerpo espasmos brutales que hacían que se sacudiera bruscamente sobre el colchón. Su boca reseca soltaba pequeños jadeos de placer.

La pantalla de la computadora mostraba a dos jóvenes desnudos teniendo relaciones sexuales sobre una cama cubierta con una sabana blanca de seda, él más grande de la pareja tenía tres dedos en el agujero del contrario, metiéndolos y sacándolos con brusquedad, sacándole gemidos descontrolados, las bocinas transmitían los sonidos sucios que hacían las nalgas del chico al chocar con los dedos del otro.

Jungkook sin dejar de masturbarse, con su mano libre empezó a dejar caricias delicadas por todo su cuerpo.

Tenía que aprovechar el tiempo antes de que su hermanastro llegará a la casa, compartir habitación con alguien más era difícil porque por no tenía la suficiente privacidad, además de que no podía vivir en paz porque dormía a lado de un chico jodidamente sexi. Jackson Wang era aquél chico y también era su hermanastro.

Él era la causa de que su mente producía fantasías alocadas que lamentablemente nunca llegarían a cumplirse.

Su mano disponible viajo desde su cuello hasta su abdomen marcado, su mente fantasíaba con que las caricias que recibía provenían de su compañero de cuarto. Con ansias palpables su mano se posó en medio de sus nalgas.

Con poca dificultad separó la piel de sus glúteos y las abrió dejando pase total a su dedo corazón, que enseguida se enterró en su interior.

—Ahg Jackson.

Su dedo lo penetraba sin piedad  proporcionándole un placer indescriptible.

Estuvo así por unos minutos más prestándole su total atención a su cuerpo que no se percató del sonido de las pisadas que cada vez se escuchaban más cerca.

Pero no podía evitar hundirse por completo en aquellas calientes fantasías que creaba su mente. Sin duda se tendría que conformarse con masturbarse y pensar en su hermanastro.

Su cuerpo se sentía pesado y cansado, estaba tan estresado que sólo quería llegar a su habitación, echarse a la cama y descansar por horas de su cansada vida, pero lo que más le emocionaba era que después de un largo día por fin podía ver al tierno chiquillo con el que compartía habitación.

Un suspiro aliviado abandonó sus labios cuando visualizó la puerta de su habitación, se preparó mentalmente para no lanzarse encima de su hermanastro cuando lo viera después de un día tan agotador. Su único alivio era que podía ver la magnifica belleza que poseía su compañero, su rostro podía ser tierno y al minuto era tan sexi que podía comerle la boca.