Mía, te quiero.
Yo era la típica chica que huía de las relaciones, el hecho de pensar que podía depender de alguien me daba pánico. Acostumbrarse a alguien y que así porque sí, una mañana fría desapareciera del lado más cálido de la cama. Lo peor no es el sufrimiento, sino el vacío emocional que te causa la pérdida de algo que quiere...