MI DULCE DESASTRE
¡Hey, tú! Sí, sí. Tú. La que está leyendo esto ahora mismo, ahora que he captado tu atención, quiero que sigas leyendo. Sí, no pienses en la cara de tonta que se te está quedando leyendo. Seguro que eres hermosa. Una pregunta, ¿quieres seguir con esa sonrisa en la cara? Pues sigue leyendo. Porque esta es tu novela...