Han pasado sólo siete años desde la última vez que se vieron, y realmente no fue una increíble despedida que digamos. Adrien ha regresado a París, y consigo el desfile de testosterona con la que se carga. Marinette deberá luchar contra sus deseos y por su parte el joven Agreste hará lo imposible porque no olvide, lo que era tener al hombre de sus peores sueños a su lado. ~Las imágenes no me pertenecen, créditos a sus respectivos autores de tan fantásticas imágenes.~