[Pruspol principalmente, se toca LietPol, y se indica un poco GerPol] Polonia descubre compañía y amabilidad dos naciones germanos que lo redujeron a miseria y escombros en su pasado. Polonia confirma que los pecados no son lo que definen a quienes los cometieron, al ver como Alemania se disculpa con él por el daño de la Guerra; y Prusia no ha olvidado del todo lo que compartieron, intentando acercarse a él. Felikz no guarda rencores, siempre ha sido lo suficientemente fuerte para no hacerlo. Por supuesto, su cercanía con los germanos, no deja indiferente a Lituania, con quien Polonia comparte tanta historia, como lo hizo con Prusia. Una historia de drama, remordimiento, redención, y enfrentarse con que sí bien son inmortales, hay ciclos que deben cerrar: y otros que pueden comenzar. Y, siempre hay tiempo para segundas oportunidades, cuando no hay fin en una vida de paradojas.
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