-¿Tienes frutos rojos chulo? -preguntó el castaño de forma cariñosa, con sus manos debajo de la playera tocando el abdomen de su novio. - Sí, lo que quiera mi bonito -murmuró Emilio con las mejillas levemente sonrojadas, por el apodo dicho que por cierto le encantaba, manteniendo las manos en los glúteos de su pareja. ¿Quien dice que el chico malo, no quiere mimos y apodos lindos?